La periodista mexicana recordó en exclusiva para Protocolo Foreign Affairs & Lifestyle, la amistad que forjó con el artista español, fallecido el pasado sábado, en el Hay Festival 2010 que se realizó en la ciudad de Zacatecas
Luis Felipe Hernández Beltrán
Ciudad de México, 6 de abril de 2020.— “Caminamos por las calles de Zacatecas, y mientras lo hacíamos, le dije que una canción de él me había marcado en recuerdo a una relación anterior: Sin tu latido, entonces Luis Eduardo, en voz bajita comienza a cantármela al oído…”
Así recordó la reconocida periodista y amiga de la Editorial 3W México, Lizbeth Pérez, la amistad que logró hacer con el cantautor español Luis Eduardo Aute, en julio de 2010, cuando la comunicadora fue la encargada de relaciones públicas del evento “Hay Festival” que se realizó en la ciudad de Zacatecas.
En entrevista telefónica exclusiva para Protocolo Foreign Affairs & Lifestyle, Lizbeth compartió la importancia del “Hay Festival 2010” en su vida, donde aseguró que no solo conoció al Aute artista, sino también al ser humano, quien se caracterizó por su humildad, sencillez y el trato que le dio a todos los que participaron en el evento cultural: organizadores, autoridades, público asistente y medios de comunicación.
“Me llamaron de una estación de radio zacatecana, cuyo programa de radio matutino, era el más escuchado en todo Zacatecas, para solicitarme una entrevista con Luis Eduardo, entonces, le hablé y le dije:
“Luis Eduardo, tenemos una entrevista de radio temprano, solo que me da pena decirte que esta entrevista será a las 6:00 de la mañana.
“Y me contestó: ‘Señora Pérez, lo que usted diga…’. Lo cual, entre esas idas y venidas periodísticas por las coloniales calles zacatecanas, las pláticas aumentaron y se consolidó la amistad.”
La participación del trovero en el Hay Festival 2010, consistió en un conversatorio en el Antiguo Templo de San Agustín donde compartió mesa con el poeta mexicano Fabrizio Mejía Madrid. Ahí, el cantautor les habló a los miles de asistentes, en su mayoría jóvenes, de anécdotas y pláticas sobre música, cine, poesía y hasta política.
“Por petición de él (Aute) yo estaba sentada en primera fila, recuerdo que su participación solo consistía en conversar, pero al terminar, la gente le pidió que cantara, por lo que solicitó una guitarra y deleitó a los asistentes con algunas de sus canciones”, añora Lizbeth.
Otro pasaje inolvidable para Lizbeth, queda inmortalizado en una fotografía tomada por el célebre fotógrafo argentino Daniel Mordinski, también participante de aquel Hay Festival.
“Estaba platicando con Luis Eduardo y yo traía puesta una pashmina morada, entonces Daniel Mordinski nos interrumpe y nos dice que nos va a tomar una foto, agarra mi pashmina y nos empieza a enredar en ella”, imagen que la comunicadora guarda como un tesoro, al igual que un libro de poemas que le obsequió: “aparte de la dedicatoria, me dibujó a dos amantes besándose tras la frase ‘el beso que no nos pudimos dar’…”.
Tras triunfar en el Hay Festival Zacatecas 2010, Aute regresó a España y volvió a México en 2011 donde ofreció un concierto en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris de la Ciudad de México para retornar por última vez a tierra azteca en 2015 y cantar en el Auditorio Nacional.
“Cuando me enteré que vendría en 2011, solicité verlo y accedió, de inmediato se acordó de mí, pues además, nos escribíamos constantemente a través del correo electrónico, en esa ocasión, nos saludamos de a rápido, nos dimos un fuerte abrazo y ya; cuando volvió en 2015, ya no quise contactarlo, pero fui a su concierto como una espectadora más”, detalló Lizbeth.
Luis Eduardo Aute Gutiérrez, quien nació en Filipinas el 13 de septiembre de 1943 debido a que su padre barcelonés trabajaba en aquel país asiático, viajó a España en 1951 donde hizo su vida y forjó una carrera musical llena de triunfos, entre los que destacan éxitos como “Rosas en el mar”, considerado un himno contra el franquismo; “Alevosía”, “Al Alba”, “La belleza”, y el hit, reverenciado como una de las canciones más emblemáticas de la trova mundial: “Sin tu latido”.
También destacó como poeta, escultor, pintor y hasta como director, actor y guionista cinematográfico; pero nada como el triunfo en el ámbito musical.
En 2016, sufrió un infarto que prácticamente lo retiró de la vida pública, aunque siguió recibiendo homenajes y concediendo entrevistas.
El enemigo de la guerra y su reverso, la medalla; el que no propuso otra batalla que librar al corazón; de ponerse cuerpo a tierra bajo el peso de una historia; el que alzó la gloria y el poder de la razón. Sí, ese corazón que le batalló los últimos años se quedó sin su latido la madrugada del pasado sábado 4 de abril, tiempo de México.
“Después del infarto en 2016 ya no le volví a escribir correos, perdí contacto con él, pero me quedo con aquel recuerdo en Zacatecas, su caballerosidad y su belleza.
“Él era un poeta que le ponía música a sus textos. Ojalá y que los jóvenes de ahora sepan de su humildad y de todo lo que logró”, finaliza, Lizbeth.
Por fin Aute encontró el perdido en el mar, donde pudo olvidar del mundo la maldad, la soledad que quiso buscar para poder vivir en paz… Pero eso sí, seguro confirmó que no será fácil encontrar rosas en el mar.
(Fotografías: Cortesía de Lizbeth Pérez)
— PIES DE FOTO —
1.- Luis Eduardo Aute con Lizbeth Pérez, aquella foto de la pashmina morada tomada por Daniel Mordinski
2.- Luis Eduardo Aute con Lizbeth Pérez, en el Hay Festival 2010 en Zacatecas
