A través de su “Llamamiento 2021 por la Salud del Mundo”, la Masonería Mexicana pide a autoridades gubernamentales y religiosas de todos los países, que la vacuna llegue a las comunidades más vulnerables de todo el mundo
Revista Protocolo
Ciudad de México, 17 de febrero de 2021.— La mañana de ayer, 16 de febrero de 2021, la Masonería Mexicana convocó a la conferencia de prensa virtual para dar a conocer el “Llamamiento 2021 por la Salud en del Mundo”.
La Masonería Mexicana, agrupada en derredor de la Gran Logia Nacional Independencia No. 2, hace una exhortación a los miembros de esa organización mundial para que en sus respectivas áreas de influencia presionen a gobiernos, grupos económicos, partidos políticos e instituciones religiosas a fin de que se ponga en práctica el acuerdo signado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en aprobación de la iniciativa del Gobierno de México que presentó el presidente Andrés Manuel López Obrador ante el G20 en marzo de 2020.
Durante la conferencia, presidida por autoridades y representantes de diversas logias y organizaciones masónicas mexicanas, se denunció que, a pesar de las oportunas acciones y recomendaciones, las potencias hegemónicas han acaparado la producción de vacunas contra el virus SARS-CoV-2 y lucrado de manera inmoral con su comercialización.
Destacaron que hasta la fecha solo seis naciones han aplicado más de 115 millones del biológico mientras que en México se ha contado con cerca de 750 mil dosis aunque oportunamente se establecieron contratos y hasta se pagaron anticipos para garantizar el suministro de los fármacos y que decenas de otros países no pueden obtener ni una sola dosis ante la inmoral pasividad de los organismos internacionales.
Reconocieron los masones que, pesar de sus esfuerzos al organizar brigadas de apoyo a comunidades necesitadas en todo el mundo, sus recursos personales y grupales no alcanzan ante la enormidad del problema, y por ello han hecho llegar copias de su Llamamiento a las autoridades de sus respectivos países y jerarcas de las principales iglesias y religiones del mundo para convencerles de la necesidad de unir esfuerzos y evitar egoísmo, ambición y lucro desmedido con insumos para resguardar los derechos humanos fundamentales a la salud y a la vida.
