Responsabilidad Social

¡Leer es divertido! Formar futuros lectores

Expertas analizan cómo instaurar uno de los hábitos más útiles para el desarrollo cognitivo infantil: la lectura, identificar el nivel lector del niño y sugerirle lecturas es una forma de potenciar la lectura y la comprensión

Revista Protocolo

Ciudad de México, 6 de enero de 2020.— La lectura es uno de los pasatiempos que más peligran con la llegada de la tecnología, ya que a pesar de que los recursos tecnológicos permiten acceder a más libros de interés, según la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo: “la lectura enfrenta una gran competencia, porque existen distractores que hacen que (…) le resten importancia a esta actividad que los ayudará a adquirir agilidad en su pensamiento”.

Pero, ¿cómo ayudar a crear hábitos de lectura que favorezcan los procesos de aprendizaje?

Pelusa Orellana, vicedecana Académica de la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes, indicó que una de las formas es “modelar la lectura recreativa de forma permanente. ¿De dónde salen niños lectores? De padres lectores. ¿Cómo lo logras? Iniciando conversaciones a partir de lo que se está leyendo y recomendar otros títulos”.

Además, aseguró que hay formas de generar curiosidad por la lectura, como, por ejemplo, “visitar los centros de lectura donde los niños se puedan tomar el tiempo de escoger lo que quieren leer. Detenerse a mirar”.

María Fernanda Díaz, líder del Equipo de Pedagogía de la empresa multinacional de plataformas de gestión pedagógica, Colegium, explicó: “es necesario identificar el nivel de lectura de cada niño y de acuerdo a este, sugerirle lecturas que lo ayuden a potenciar estrategias de lectura y mejorar la comprensión. De este modo, se evitan frustraciones personales, ya que el niño accedería a lecturas apropiadas para él”. En este contexto, existen plataformas como Dialect que permiten realizar este diagnóstico y tomar medidas concretas para trabajar las dimensiones asociadas a la comprensión lectora.

Además, Díaz entregó algunos títulos que permiten introducir a los infantes en la lectura temprana:

  • El monstruo de colores, de Anna Llenas: Las emociones toman un color cada una y así se descubre junto a las niñas y los niños las características de cada emoción.
  • Elmer, de David McKee: Un elefante de colores en medio de elefantes grises, marca la diferencia y hace reír a los demás.
  • La ruta extraordinaria del ratón cartero, de Marianne Dubuc: El ratón cartero se levanta para repartir las cartas, pero en vez de subir a su furgón, se va en un cohete.
  • Charlie y la fábrica de chocolate, de Roald Dahl: Charlie es un niño de escasos recursos y una amorosa familia, que visita por primera vez la fábrica de chocolate de Willy Wonka.
  • En este cuento no hay ningún dragón, de Lou Carter: El dragón está harto de ser siempre el malo, y decide construir su propia identidad.

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