Salud

Alga marina contra el reflujo

El alginato de sodio no permite que los contenidos del estómago regresen o refluyan hacia el esófago

El estilo de vida de los mexicanos y su dieta alimenticia alta en condimentos, picantes y grasas podría provocar reflujo gastroesofágico, un diagnóstico que puede ser confirmado si los síntomas de acidez estomacal se presentan dos o más veces a la semana.

Esto ocurre cuando el músculo al final del esófago no cierra de manera adecuada, y permite que el contenido del estómago regrese, o produzca reflujo hacia el esófago y lo irrite.

El esófago es el tubo que conecta la boca con el estómago y no cuenta con recubrimiento, como sí lo tiene el estómago que lo protege de los ácidos gástricos, por lo que al verse invadido por ese tipo de fluidos puede presentar lesiones y eventualmente convertirse en úlceras.

Para este padecimiento, desde hace dos décadas en Europa se ha usado el alginato de sodio (Gaviscon), una sustancia que proviene del alga café marina, organismo que se produce en México, Chile, Australia y Sudáfrica, y es supresora del reflujo que al combinarse con el contenido gástrico forma una barrera física a manera de gelatina que impide el reflujo del ácido estomacal hacia el esófago.

El mecanismo de acción del alginato de sodio no permite que los contenidos del estómago regresen o refluyan hacia el esófago, esto se logra mediante una barrera de espuma que se forma sobre todos los contenidos del estómago.

De acuerdo con el doctor José Luis Tamayo de la Cuesta, presidente de la Asociación Mexicana de Gastroenterología, el tratamiento contra el reflujo debe ser de manera integral, por un lado modificar el estilo de vida, la dieta, disminuir la ingesta de alcohol, café y tabaco; y por otro, administrar un adecuado medicamento, como el alginato de sodio.

Según la Asociación Mexicana de Gastroenterología, de una encuesta realizada con 400 personas, el 72 por ciento tuvo la percepción que un factor que les provoca el reflujo también llamado pirosis, son los jugos naturales de naranja o toronja; sin embargo, Tamayo de la Cuesta aseguró que no es el único factor:“también tienen que ver circunstancias como la obesidad y sobrepeso o el hábito de dormir inmediatamente después de cenar”, por lo que recomendó “bajar de peso y comer por lo menos dos horas antes de acostarse”.

“El problema es que las personas ven normal tener reflujo y acuden al doctor cuando los síntomas son graves, pues se tiene registrado que en México una de cada cinco personas presentan este padecimiento, y acuden al especialista una vez presentada la ulceración”, explicó. (Agencia ID)

Revista Protocolo

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