Salud

Alimentación, medicina vs. la influenza

Otoño, oportunidad para fortalecer el sistema inmune y protegernos contra influenza y covid-19 con una alimentación adecuada

Revista Protocolo

Ciudad de México, 19 de octubre de 2020.— La pandemia del covid-19 cambia el contexto en el cual se recibe el otoño, porque además de mantenerse en casa, también se debe entender que esta estación viene acompañada de la influenza estacional, con lo cual conviven dos virus al mismo tiempo.

Desde antes de la pandemia, se registró en México un incremento en la mortalidad del 125 por ciento por neumonía y complicaciones de la influenza en un periodo de 18 años, ya que en el año 2000 se presentaron 12 mil 350 fallecimientos que representaron el 2.8 por ciento de las muertes; mientras que en 2018 hubo 27 mil 766 fallecimientos que representaron el 3.9 por ciento de muertes por la combinación de complicaciones de influenza y neumonía. Contagiarse de influenza al mismo tiempo que de covid-19 puede agudizar los síntomas del coronavirus y con ello el riesgo de padecer una enfermedad extremadamente grave.

Las malas decisiones que se toman al elegir los alimentos tienen una clara razón de ser: “Nuestra relación con los alimentos es heredada en gran medida de nuestra familia, ya que la alimentación es un hábito que se adquiere en el núcleo familiar en el qué crecemos. Afortunadamente durante este otoño, al combinarse con acuartelamiento de la pandemia, puede representar una gran oportunidad para reenfocar el ritual de la comida en casa, para mejorar el vínculo que tenemos con los alimentos, al igual que forjar una estructura mental en el hogar que sobrepase el estrés y ansiedad característicos de pandemia actual”, advirtió Matías Marchetti, nutriólogo egresado del Instituto Universitario de la Fundación ISALUD de Buenos Aires, Argentina.

Todos tienen la posibilidad de romper los viejos paradigmas de la nutrición y aspirar a una mejor y plena vida. Desde hace muchos años el mundo está inmerso en antiguos paradigmas y mitos alrededor de la nutrición como la supuesta protección que brinda una megadosis de vitamina C que significa consumir un gramo diariamente contra la gripe común, la influenza estacional o el covid-19. Las afirmaciones son injustificadas y no tienen ningún sustento científico.

Las guías de Harvard indican que el límite superior de consumo diario de vitamina C debe ser de 75 miligramos en mujeres; aunque en etapa de embarazo o lactancia se recomienda que sean 120 miligramos. En el caso de los hombres, es 90 miligramos por día. En cuanto a dosis mayores de 400 miligramos no serán absorbidas por el organismo y, por el contrario, serán excretadas en la orina.

Las dietas mágicas y la restricción de carbohidratos o grasas son otro mito, y lo mejor para romper este ideal es no caer en la moda de ser rígidos en la manera en que eliminamos o abusamos de algún alimento. “En cuanto a las proteínas, se recomienda mantener una ingesta diaria entre los 1.4-2 gramos por cada kilo de peso corporal, dependiendo de las características individuales”, explica el académico en nutrición.

El tiempo es otro mito en la alimentación al que se debe renunciar. La comida instantánea llama la atención porque solo hay que calentarla y permite “ahorrar” tiempo, pero es así como la gente se vuelve consumista de una alimentación ficticia basada en ultraprocesados con nutrientes vacíos; y a la larga, el tiempo “ahorrado” será destinado al control de condiciones crónicas derivadas de una mala alimentación.

Una de las mejores decisiones que se pueden tomar en otoño, es la de no agresión a sí mismos con alimentos ultraprocesados e inflamatorios. “Funciona mejor nuestro cuerpo, sin la inflamación característica que provocan dichos alimentos que son muy altos en sodio, azúcares y/o grasas. Podemos aprovechar los alimentos de temporada otoñal, como la mandarina, mora, espárragos, tunas o tejocotes, los cuales tienen antioxidantes, vitamina C y oligoelementos que ayudarán a tener una alimentación enfocada y completa. Al alimentarnos de una manera adecuada, fortalecemos nuestro sistema inmune y estaremos más protegidos de virus estacionales como el de la influenza.”

El experto enseña que elegir entre alimento nutritivo y no nutritivo, va más allá que quedarse con uno de los dos. “Cuando elegimos consumir un alimento ‘no real’, como un caramelo en vez de una manzana, no solo nos impactamos de manera negativa consumiendo el caramelo, sino que también impactamos con la ausencia de los nutrientes de la manzana. Entonces es importante comprender que cuando tomamos una decisión que se aleja de nuestro objetivo de salud en relación con los alimentos, estamos renunciando a algo mucho más complejo, que es a ese círculo virtuoso que te empuja al amor propio y a una sana relación con tu cuerpo.”

Marchetti enfatiza como conclusión que: “Otro mito recurrente en redes sociales es dejarse llevar por los llamados influencers o health coaches en nutrición, que no tienen los conocimientos ni las credenciales para ejercer la nutrición y normalmente recomiendan alimentos y productos caros e inútiles. Recuerda que no existen alimentos ni dietas mágicas que te ayuden a forjar tu mejor versión, necesitas un plan enfocado con comida real. No es lo mismo que te atienda una persona que estudió de cuatro a seis años en la universidad a que te atienda una persona que estudió un curso de nutrición en línea durante un par de meses. Ten cuidado en manos de quién pones tu salud, así que siempre acércate a un profesional licenciado en nutrición para que te ayude a lograr tus objetivos.”

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