Salud

Ayudan implantes cocleares a mejorar vidas

Permiten recuperar la capacidad de escuchar

Durante más de 30 años, los implantes cocleares han tenido una profunda repercusión en la vida de los niños y adultos sordos o con dificultades auditivas porque les han permitido recuperar la capacidad de escuchar.

El programa de Mayo Clinic fue de los primeros en Rochester en ofrecer implantes cocleares a los pacientes, apenas se contó con la debida autorización. Los cirujanos de Mayo Clinic realizaron este mes la milésima cirugía de implante coclear en un paciente masculino de 40 años, procedente del norte de Minnesota que perdió la audición hace más de tres meses debido a una enfermedad, pero que en esta semana nuevamente pudo escuchar el sonido.

“Creo que uno no podría exagerar la profunda repercusión de estos aparatos en las personas. La primera vez que se lo enciende, todos los pacientes se muestran muy emotivos; y pese a que a veces puedan sentir temor, siempre es un momento emocionante”, comenta el doctor Colin Driscoll, uno de los otorrinolaringólogos de Mayo Clinic.

El implante coclear es en un dispositivo electrónico que restablece la audición en las personas que la han perdido significativamente debido a algún daño en el oído interno y en quienes los audífonos ofrecen sólo pocas ventajas. Muchas personas tienen implantes de cóclea, pero posiblemente uno ni se percata del asunto porque escuchan muy bien, anota el doctor Dirscoll. El implante se compone de un procesador que se coloca detrás de la oreja para capturar y procesar las señales auditivas que luego se transmiten a un receptor colocado quirúrgicamente debajo de la piel, detrás de la oreja. El receptor envía señales mediante cables a la cóclea y luego, a través del nervio auditivo, al cerebro que reconoce dicha señal como un sonido.

Una vez colocado el implante, el cerebro necesita aprender a escuchar con el aparato, explica Driscoll. Los pacientes se reúnen nuevamente con el audiólogo para programar el aparato entre una y tres semanas después de la cirugía. En dicha cita, los pacientes pueden empezar a escuchar sonidos, pero lleva tiempo acostumbrarse al implante porque hay que aprender a interpretar los sonidos a fin de entender el habla y el lenguaje, así como los sonidos ambientales.

Los implantes cocleares benefician a una amplia gama de personas. Los pacientes más jóvenes pueden tener apenas seis meses de edad y los más viejos, alrededor de 90 años. Algunos pacientes pueden haber nacido sordos, mientras que otros se vuelven sordos o tienen dificultades auditivas debido a la edad, a una afección, a un traumatismo o a una enfermedad. Muchas personas que tienen cóclea y nervio auditivo califican para el implante coclear.

Por lo general, las personas mayores luchan durante años con los audífonos porque temen dar el siguiente paso y someterse a la implantación quirúrgica de un dispositivo; pero después de dar dicho paso, suelen decir “debí haberlo hecho hace mucho”, acota el doctor Driscoll. Millones de personas en todo el mundo sufren de sordera o pérdida de la audición y la mayoría de ellas considera que los implantes cocleares les permiten comunicarse bien y mejorar su calidad de vida.

Revista Protocolo

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