Dayana Aronovich, fundadora de U Can, recuerda que el barré ayuda a tener conciencia del cuerpo tal como es y con ello la aceptación del mismo
Ciudad de México, 24 de enero de 2024.— No es un secreto que en los últimos años se ha incrementado la conciencia sobre la importancia de tener un estilo de vida más saludable de una forma integral. Mayor acceso a información, las secuelas de la pandemia, la tendencia por la salud preventiva son algunas de las razones que están detrás de este interés por el denominado wellness.
La actividad física es uno de los pilares de un estilo de vida saludable, y dentro de ella también hay tendencias que se van adaptando a las demandas de la población. Una de estas tendencias es el barré, práctica que nació en la década de 1960 en Estados Unidos, ganó popularidad en el upper east side de Manhattan, Nueva York, en los años setenta, y que en la última década se ha ido expandiendo a todo el mundo, México incluido.
“El barré es un ejercicio que combina elementos del ballet, pilates y yoga. Normalmente involucra pequeños movimientos isométricos que apuntan a grupos musculares específicos”, explica Dayana Aronovich, fundadora de U Can, marca mexicana que produce y comercializa productos de barré, yoga y pilates.
Sara Jessica Parker, Taylor Swift, Sofía Vergara, son algunas de las famosas que han acogido el barré como parte de sus rutinas wellness, a ellas se suma Carine Roitfield, exdirectora de Vogue París, quien ha dicho que le gusta porque le permite “apreciar la belleza del cuerpo”.
Pero más allá de las especificaciones físicas, la práctica del barré también deriva en una serie de beneficios mentales que ayudan a conseguir un bienestar integral. Reducción del estrés, aumento de la energía y concentración, mejora en la autoestima, son algunas de las razones que llevan a las mujeres a la práctica del barré.
“Uno de los elementos que más nos gusta del barré como disciplina para el bienestar es que hace mucho énfasis en tener conciencia de nuestro cuerpo y su postura. Esto puede derivar en una mejor apreciación y aceptación de nuestro físico, generando una imagen positiva de nuestro cuerpo tal y como somos”, comenta la fundadora de U Can.
Si bien se trata de una disciplina que suele practicarse en estudios, Aronovich agrega que también hay formas de continuar el ejercicio en casa con barras que se pueden utilizar desde la comodidad del hogar. “Hay artículos, como nuestra barra Gravy, que permiten llevar el estudio de ballet o barré a su casa. Es una barra de 100 cm en la que se puede ejercitar, estirar o bailar”, sostiene la fundadora de U Can.
Mónica Henríquez, instructora con certificaciones en distintos tipos de barré y quien imparte clases en el centro deportivo Sports Hub de la Ciudad de México, considera que el barré es un ejercicio que puede ser practicado por personas con cualquier condición física, con los cuidados pertinentes en el caso de quienes sufren alguna lesión.
Desde el punto de vista físico, Henríquez comenta que el barré ayuda a tonificar y definir los músculos, particularmente las piernas, glúteos y zona media. Asimismo, los estiramientos que se hacen con la barra de ballet permiten tener una mayor flexibilidad en las articulaciones, con lo cual se mejora el rango de movimiento de las personas, entre otros beneficios físicos.
Además, al practicarse principalmente en grupo es una actividad que contribuye a crear sentido de comunidad, pertenencia y apoyo entre los miembros de la clase, contexto que abona a una mejor salud mental.
Y como la música es otro de los elementos que forma parte del barré, melodía, movimiento y sentido de grupo crean un ambiente virtuoso para el wellness.
Fotografía: U Can
