Salud

¿Cómo la hidratación puede ayudar en la recuperación por un virus?

El estar bien hidratado trae beneficios a la salud como evitar el contagio de virus y enfermedades contagiosas

Revista Protocolo

Ciudad de México, 6 de agosto de 2020.— Las infecciones pueden provocar deshidratación, y por lo tanto, se incrementan los riesgos de contraer enfermedades a través de la piel y vías respiratorias.

Saber cómo mantenerse hidratado cuando uno se siente enfermo es importante, por ello Mafalda Hurtado, directora médica para Abbott, comparte claves sobre cómo la hidratación puede ayudar en la recuperación.

Mientras que la hidratación es vital para mantener un buen estado de salud, la rehidratación durante una enfermedad es clave. Es importante saber que no todas las soluciones de rehidratación son iguales. Ingredientes clave como los electrolitos (sodio, cloruro y potasio) y la glucosa pueden afectar la hidratación si no están adecuadamente balanceados.

¿Cómo la hidratación promueve una buena salud?

El agua es parte de cada célula del cuerpo, es el medio donde se distribuyen nutrientes y moléculas esenciales y es el medio de comunicación entre los órganos y sistemas del organismo, por lo que es esencial para la salud.

Cambios pequeños en los líquidos corporales tienen importantes consecuencias. Por eso mantenerse bien hidratado es crucial para conservar la salud y recuperarse de infecciones y enfermedades. Los extremos de la vida son los más susceptibles a padecer de deshidratación, los niños con un componente de agua corporal alto y los adultos mayores con un componente bajo. Ambos grupos tienen dificultad para manifestar cualquier desbalance a este nivel y se debe estar atento en buscar y prevenir la deshidratación y sus consecuencias.

Cuando el cuerpo está enfermo, hay síntomas comunes que pueden llevar a la deshidratación incluyendo fiebre, tos, diarrea, vómito, pérdida de apetito y una sensación de sed comprometida. Si no se está tomando suficiente líquido puede ser un signo importante de riesgo de deshidratación.

Dentro de las consecuencias de la deshidratación está que el cuerpo puede tener dificultades para regular la temperatura, que es importante en niños pequeños y adultos mayores. La hidratación adecuada ayuda a que las células de la piel y membranas mucosas actúen como barrera para evitar que las bacterias entren al cuerpo. Además, apoya para disminuir la irritación nasal cuando hay tos, estornudos o al respirar.

La deshidratación afecta todo el cuerpo

Una deshidratación leve puede tener un gran impacto en la forma en la que uno se siente. La investigación muestra que perder el 2 por ciento del agua del cuerpo puede afectar negativamente el estado de ánimo, memoria y coordinación. Y, a veces, el mecanismo de sed del cuerpo no siempre es 100 por ciento preciso. A menudo, cuando se comienza a tener sed, es posible que ya se esté deshidratado.

A medida que avanza la deshidratación, la sangre se vuelve más concentrada, lo que puede afectar varios órganos internos. Esto significa que los riñones deben trabajar más para retener agua, y el corazón tiene una tensión adicional por mantener la presión arterial.

Algunos signos de la deshidratación son: piel seca, sentirse mareado, latidos rápidos, ojos hundidos, orina oscura, calambres y dolor de cabeza.

Mantenerse hidratado para recuperarse de un virus

Los líquidos no son iguales cuando se trata de prevenir y aliviar los síntomas de deshidratación leve a moderada. Existen minerales especiales, también llamados electrolitos, como sodio, potasio y cloruro, que ayudan al cuerpo a mantener el equilibrio de líquidos y a que las células del cuerpo funcionen bien. Es importante obtener el equilibrio adecuado de electrolitos, glucosa y sodio para garantizar la rehidratación.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda tomar una solución oral de electrolitos para aliviar la deshidratación leve a moderada de vómitos y diarrea. Si bien jugos y bebidas deportivas parecen buenas opciones cuando se siente enfermo, su alto contenido de azúcar puede empeorar los problemas estomacales como náuseas, diarrea y agravar la deshidratación.

Algunas soluciones orales contienen una proporción óptima de electrolitos clave, así como la cantidad justa de glucosa para ayudar a que las células lleven agua de manera más efectiva, reemplazando lo que se pierde durante la enfermedad.

Mantenerse hidratado puede ayudar a recuperarse más rápido si golpea un virus respiratorio. Si se necesita ayuda para restaurar líquidos y electrolitos clave, intentar tomar uno o dos litros de soluciones orales durante el día. Y consultar al médico siempre es el mejor curso de acción cuando se necesita mejorar pronto.

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