La microbiota facial se compone de bacterias, virus, parásitos y hongos que, en conjunto, aportan protección a la piel y regulan el sistema inmune. Su composición se crea desde que nacemos y conforme crecemos
Revista Protocolo
Ciudad de México, 8 de abril de 2022.— Cada día es más común escuchar o leer sobre el cuidado de la piel y en particular de la cara. Las redes sociales están llenas de rutinas para hidratar y mantener una mejor apariencia. En nuestro rostro viven más de 500 tipos de microorganismos, la microbiota facial actúa como barrera protectora de nuestra piel contra elementos dañinos.
Esta barrera protectora se va modificando conforme crecemos; de hecho, durante el parto, la madre transmite a su bebé bacterias vaginales y microrganismos cutáneos si nace por cesárea. En el momento de la pubertad se dispara la secreción de hormonas del crecimiento y la piel se vuelve grasa.
Con la edad, la piel va cambiando gradualmente debido al debilitamiento del sistema inmunitario, la disminución de la renovación celular, la reducción de la sudoración y la alteración de la producción de sebo.
Es decir, la microbiota facial nunca es la misma y se modifica en el día a día. Por ello, es importante realizar rutinas diarias para evitar que se desequilibre y aparezcan padecimientos dermatológicos que pueden ir desde la aparición de brotes, espinillas e imperfecciones cutáneas, hasta dermatitis atópica o psoriasis facial.
Cuando la diversidad de microorganismos está desequilibrada se nota a primera vista gracias a la resequedad, exceso de sebo, acumulación de brotes y enrojecimiento, por nombrar algunos. Y aunque no lo creas, el uso constante de productos inadecuados en tu piel, la sensibilizan y dañan.
Por ejemplo, el jabón que usas para tallar tu cuerpo, regularmente no es el ideal para tu rostro. La crema que hidrata muy bien tu cuerpo, puede dejarte muy grasosa la piel de la cara, es decir, en la medida de lo posible, es importante contar con algunos productos específicos para ciertas áreas de la piel.
“El usar jabones de barra en el rostro daña a los microorganismos cutáneos, estos jabones son alcalinos y alteran el pH natural de tu piel, por lo que eliminan sus aceites naturales haciéndola más vulnerable a lesiones y resequedad. Lo ideal es complementar tu rutina con champú y loción facial para lograr la doble limpieza coreana, una tendencia que llegó para quedarse”, dijo Beatriz Magrassi, dermocosmiatra de ASH.
Para tener una piel sana, es importante acudir con una persona especializada que te ayude a identificar los productos que mejor funcionan para ti. La rutina ideal podría estar compuesta de champú, loción, suero, mascarillas peel off y exfoliantes.
(Fotografías: Cortesía de ASH Natural Concept)
