Investigadores israelíes encuentran productos químicos en la mariguana medicinal para ayudar a los síntomas de la esclerosis múltiple
Por Sarah Carnvek
Los investigadores israelíes se citan a menudo por sus estudios sobre las propiedades medicinales del cannabis. Ahora, un equipo de científicos de la Universidad de Tel Aviv ha demostrado que algunos compuestos químicos que se encuentran en la mariguana pueden ayudar a tratar la esclerosis múltiple, mediante la prevención de la inflamación en el cerebro y la médula espinal.
La esclerosis múltiple es una enfermedad inflamatoria en la que el sistema inmune ataca el sistema nervioso. El resultado puede ser una amplia gama de problemas físicos y mentales.
“La inflamación es parte de la respuesta inmunitaria natural del cuerpo, pero en casos como la esclerosis múltiple, va de las manos”, dice el co-autor doctor Ewa Kozela —quien previamente ha estudiado los opiáceos como la morfina—. “Nuestro estudio se centra en cómo los compuestos aislados a partir de la mariguana se pueden utilizar para regular la inflamación para proteger el sistema nervioso y sus funciones.” Kozela, Ana Juknat, Neta Rimmerman y Zvi Vogel, de la Universidad de Tel Aviv; el doctor Miriam y Sheldon G. Adelson, del Centro para la Biología de las enfermedades adictivas, y la Facultad Sackler de Medicina, junto con investigadores del Instituto de Ciencia Weizmann, publicaron sus resultados en la revista de Farmacología Neuroinmune.
Dirección de estudios de mariguana medicinal
Desde 1964, cuando los científicos israelíes Raphael Mechoulam y Yechiel Gaoni descubrieron el principal ingrediente psicoactivo de la planta de cannabis, el tetrahidrocannabinol, o THC, los israelíes han estado liderando el camino en la investigación de las propiedades medicinales del cannabis. Desde entonces, los científicos han identificado algunos compuestos 85 —llamados cannabinoides— que son únicos para el cannabis y tienen notables efectos biológicos.
Posteriormente Mechoulam descifró los cannabinoides, nativos al cerebro. Y Ruth Gallily, profesora emérita de inmunología en la Universidad Hebrea de Jerusalén, estudió el cannabidiol o CDB —el cual considera que tiene un alcance más amplio de aplicaciones médicas que el THC.
El CDB es menor que el THC psicoactivo y es aclamado como un agente antiinflamatorio y anti-ansiedad poderoso. Los investigadores se centraron en TAU CDB, ya que ofrece beneficios medicinales sin los controvertidos efectos que alteran la mente del THC.
En un estudio de 2011, demostraron que el CDB ayuda a tratar los síntomas similares a la esclerosis múltiple en los ratones, mediante la prevención de las células inmunes en el cuerpo que transforman y atacan las cubiertas aislantes de las células nerviosas en la médula espinal. Después de inducir una condición similar a la esclerosis múltiple en los ratones —paralizar parcialmente sus miembros— los investigadores les inyectaron CDB. Los ratones respondieron recuperando el movimiento, crisparon su cola y luego empezaron a caminar sin cojear. Los investigadores observaron que los ratones tratados con el CDB tenían mucho menos inflamación en la médula espinal que los ratones no tratados.
En el último estudio, los investigadores se dispusieron a ver si las propiedades antiinflamatorias conocidas de la CDB y el THC también podrían aplicarse al tratamiento de la inflamación asociada a la esclerosis múltiple —y si es así, cómo.
De los ratones a los hombres
Los investigadores universitarios tomaron células inmunes aisladas —y que tienen como objetivo dañar el cerebro y la médula espinal— a partir de ratones paralizados, y les trataron con CDB o THC. En ambos casos, las células inmunes produjeron menor número de moléculas inflamatorias, en particular una llamada interleucina 17, o IL-17, que está fuertemente asociada con la esclerosis múltiple y es muy perjudicial para las células nerviosas y sus cubiertas aislantes.
Los investigadores concluyeron que la presencia de THC CDB restringe las células inmunes de desencadenar la producción de moléculas inflamatorias y limita la capacidad de las moléculas para alcanzar y dañar el cerebro y la médula espinal.
Si bien los resultados son buenos y hay razones para la esperanza, los investigadores dicen que se necesitan más estudios para demostrar la eficacia de los cannabinoides en el tratamiento de la esclerosis múltiple en los seres humanos.
En muchos países el CBD y THC ya se prescriben para el tratamiento de síntomas de la esclerosis múltiple, incluyendo el dolor y la rigidez muscular.
Y un estudio anterior de Israel en la Universidad de Haifa demostró que si se da la sustancia durante un cierto lapso de tiempo después de un evento traumático, bloquea el desarrollo de los síntomas del trastorno de estrés postraumático.
“Cuando se usa con prudencia, el cannabis tiene un enorme potencial”, dice Kozela. “Estamos empezando a entender cómo funciona.”
Revista Protocolo
