Salud

Recomendaciones frente al COVID-19

La Clínica de Bienestar de la Ibero, alerta que durante un periodo de distanciamiento social, cuarentena o aislamiento, se puede experimentar miedo, ansiedad, depresión o ira

Revista Protocolo

Ciudad de México, 20 de marzo de 2020.— El Departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana, por conducto de la Clínica de Bienestar Universitario (CBU), pone a disposición distintas recomendaciones de la American Psychological Association (APA) ante el impacto evolutivo del COVID-19.

Los especialistas señalan que, en un esfuerzo por frenar la propagación del virus, es importante que las personas que hayan contraído o que estuvieron expuestas al coronavirus tomen medidas de distanciamiento social, cuarentena o aislamiento.

El distanciamiento social significa mantener un espacio seguro, aproximadamente dos metros, de los demás y evitar espacios de reunión como escuelas, cines, salas de conciertos y transporte público.

La cuarentena implica evitar el contacto con otras personas si una persona ha estado expuesta al coronavirus.

El aislamiento implica la separación de un individuo que ha contraído el COVID-19 para evitar que se propague a otros.

En ese sentido, investigaciones han encontrado que durante un periodo de distanciamiento social, cuarentena o aislamiento, se puede experimentar:

a. Miedo y ansiedad

Sentirse ansioso o preocupado porque uno mismo o integrantes de la familia contraigan COVID-19 o lo transmitan a otros. Es normal tener preocupaciones sobre la obtención de alimentos y suministros personales. Algunas personas pueden tener problemas para dormir o concentrarse en las tareas diarias.

b. Depresión y aburrimiento

Una pausa en el trabajo y otras actividades interrumpe la rutina diaria y puede provocar sentimientos de tristeza o mal humor. Los periodos prolongados en el hogar pueden causar aburrimiento y soledad.

c. Ira, frustración o irritabilidad

La pérdida de libertad asociada con el aislamiento y cuarentena a menudo puede ser frustrante. Se puede experimentar enojo o resentimiento a quienes han emitido órdenes restrictivas, así como por el hecho de estar expuesto al virus debido a la negligencia de otras personas.

d. Estigmatización

Estar enfermo o expuesto a alguien que tiene COVID-19 puede ocasionar sentirse estigmatizado por otras personas que temen contraer la enfermedad si interactúan con uno.

e. Poblaciones vulnerables

Las personas con afecciones de salud mental preexistentes y trabajadores de atención médica pueden tener riesgo de experimentar angustia psicológica cuando se involucran en distanciamiento social, cuarentena o aislamiento.

Las personas con discapacidades que requieren dietas especializadas, suministros médicos, asistencia de cuidadores y otras adaptaciones también corren el riesgo de sufrir desafíos psicológicos durante una pandemia, debido a que es difícil recibir la atención que requieren.

f. ¿Cómo hacerle frente?

Ante aislamiento social o cuarentena, expertos recomiendan planificar el tiempo, saber a quién contactar para obtener apoyo psicosocial y cómo abordar cualquier necesidad de salud física o mental que las personas o familiares puedan tener.

g. Limitar el consumo de noticias a fuentes confiables

Es importante obtener información de salud pública precisa y oportuna con respecto a COVID-19, pero una exposición excesiva a la cobertura mediática del virus puede conducir a una sensación de miedo y ansiedad. Psicólogos recomiendan equilibrar tiempo dedicado a noticias y redes sociales con actividades no relacionadas con la cuarentena o aislamiento, como leer, escuchar música o aprender un nuevo idioma. Asociaciones de confianza como la Organización Mundial de la Salud son fuentes ideales de información sobre el virus.

h. Diseñar y seguir una rutina diaria

Mantener una rutina diaria puede ayudar a adultos y niños a preservar un sentido de orden y propósito en sus vidas a pesar de la falta de familiaridad del aislamiento y cuarentena. Intentar incluir actividades diarias regulares como trabajo, ejercicio o aprendizaje, incluso si deben ejecutarse de forma remota. Integrar pasatiempos saludables según sea necesario.

i. Mantenerse conectado virtualmente con otros

Las interacciones cara a cara pueden ser limitadas, pero los psicólogos sugieren usar llamadas telefónicas, mensajes de texto, videochats y redes sociales para acceder a instancias de apoyo. Si uno se siente triste o ansioso, utilizar las conversaciones como una oportunidad para discutir la experiencia y emociones asociadas. Comunicarse con aquellos que uno conoce y se encuentran en una situación similar. Se han formado grupos de Facebook para facilitar la comunicación y apoyo entre las personas a quienes se les pide ponerse en cuarentena.

Confiar en las mascotas como apoyo emocional es otra forma de mantenerse conectado. Sin embargo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan restringir el contacto con los animales si se contrae el COVID-19 hasta que se conozcan los riesgos de transmisión entre humanos y animales.

j. Procurar estilo de vida saludable

Dormir lo suficiente, comer bien y hacer ejercicio en casa si es posible. Evitar el uso de alcohol o drogas como una forma de lidiar con el estrés del aislamiento y cuarentena. Si se está en terapia con un psicólogo, comunicarse con él antes de una cuarentena potencial para ver si se puede continuar las sesiones mediante llamadas telefónicas o en línea.

k. Control del estrés y mantenerse positivo

Examinar las preocupaciones para saber si son reales. Evitar pensamientos catastróficos, en cambio, concentrarse en lo que se puede hacer y aceptar las cosas que no pueden cambiar. Una forma de hacerlo es llevar un diario de cosas por las que se siente agradecido. También puede optar por descargar aplicaciones que ofrecen ejercicios de mindfulness y relajación.

Centrarse en las razones altruistas para el distanciamiento social, la cuarentena o el aislamiento también puede ayudar a mitigar la angustia psicológica, pues tomar tales medidas, está reduciendo la posibilidad de transmitir COVID-19 y protegiendo a los más vulnerables.

Cuando termine la cuarentena

Después de un periodo de cuarentena o aislamiento pueden existir emociones encontradas, que incluyen alivio, gratitud, sentimientos de crecimiento personal y espiritualidad; pero frustración o ira hacia las personas infectadas.

Es normal sentirse ansioso, pero se debe pedir ayuda si se experimentan síntomas de estrés extremo, como problemas constantes para dormir, incapacidad para llevar a cabo rutinas diarias o un aumento en el consumo de alcohol o droga.

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