Texto: Luis Felipe Hernández Beltrán
Tal parece que don Amado Ruiz de Nervo y Maldonado y doña Juana Ordaz y Núñez, no pudieron encontrar un mejor nombre para su primogénito como el de Amado Nervo y con ello predestinarlo a que sería poeta y no solo eso, sino que alcanzaría las mieles del éxito en el mundo de la literatura mexicana y hasta universal.
Nacido el 27 de agosto de 1870, el joven Amado, de creencia católica, religión que defendió hasta su muerte, siempre dijo que Dios le había puesto el camino de las letras y como tal tenía que aceptar su voluntad. Y en ese sentido, Dios fue objeto de varios de sus poemas y otros géneros literarios como ensayos periodísticos y prosas.
En 1894, a los 24 años, se une laboralmente al también escritor mexicano Manuel Gutiérrez Nájera y en conjunto fundan la revista literaria Azul.
Un año después, 1895, publica El Bachiller, novela considerada un parteaguas en la historia de la literatura universal, ya que fue la primera que además de corta, tiene pasajes donde mezcla la ficción con la religión católica. La publicación, según reportes de aquellos tiempos, fue un escándalo en el continente americano por su contenido.
A partir de ahí, se une junto con otros hispanos al movimiento modernista entre los que destacaban escritores considerados como “rebeldes” ya que en sus obras rechazaban la realidad cotidiana, como el cubano José Martí, el español Manuel Machado, el nicaragüense Rubén Darío; así como los mexicanos Salvador Díaz Mirón, Enrique González Martínez, Manuel Gutiérrez Nájera, Luis G. Urbina y José Juan Tablada.
Fue el primer literato azteca que en el iniciante siglo XX, viaja por el mundo para hablar y promocionar su obra, que fue bien aceptada y vendida, además de codearse con la “crema y nata” de la intelectualidad de cada país al que visitaba.
En total, escribió tres libros de cuento, tres de ensayos, cuatro de novela y 18 de poesía.
La faceta de escritor, la combina con la de diplomático. En 1905, el entonces presidente Porfirio Díaz Morí le asigna el cargo de primer secretario en la Embajada de México en España; donde se mantiene hasta 1914. En enero de 1919 el mandatario en turno, Venustiano Carranza Garza, lo nombra primer ministro en las embajadas mexicanas en Argentina y Uruguay, país donde muere el 24 de mayo de 1919 a los 48 años de edad a consecuencia de uremia (enfermedad de los riñones).
Tanta fama y prestigio tuvo Amado Nervo en el mundo, que el compositor de música argentino Ernesto Drangosch musicalizó algunos de los poemas del bardo.
Inspirado en su libro de poesía La amada inmóvil escrito en 1920, el afamado director cinematográfico español Luis Bayón Herrera, en 1945, realiza en Argentina la película del mismo nombre teniendo éxito en las pantallas grandes de España y Sudamérica y que curiosamente, hasta la fecha, nunca se vio en los cines de México.
En estos 100 años post mórtem, en México y el resto de América, y en países europeos como España, Francia y Portugal, Amado Nervo recibió cientos de homenajes póstumos bautizando calles y avenidas, así como escuelas, bibliotecas y otros recintos culturales con su nombre. Asimismo, hay esparcidos más de 20 bustos y estatuas donde luce la figura del poeta modernista.
Ayer, jueves 23 de mayo, representantes del gobierno federal de Argentina, realizaron una ceremonia en honor a Amado Nervo, en el busto del autor ubicado en el Jardín Rosedal de la capital Buenos Aires.
El próximo martes 28 de mayo, el Congreso de Uruguay dedicará el día para realizar una sesión solemne en honor al prosista mexicano.
En México, hoy, 24 de mayo, el día en que el mundo celebra el centenario luctuoso de Amado Nervo Ordaz, en la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón Civil de Dolores, lugar donde descansan los restos del artista, habrá un acto cívico por la mañana con autoridades de todos los niveles de gobierno.
Instituciones como el Instituto Nacional de Bellas Artes y la Academia Mexicana de la Lengua, realizarán a lo largo del día sesiones de mesas redondas con ponencias de destacados estudiosos de la obra de Nervo.
A las 19:00 horas, la Fonoteca Nacional en la Ciudad de México (Francisco Sosa 383, colonia Barrio de Santa Catarina, alcaldía de Coyoacán) le rendirá homenaje con una sesión de lectura ininterrumpida de sus poemas para rememorar su vida y legado. Evento que será de entrada libre.
En su natal Tepic, Nayarit, todas las iglesias católicas repicarán en distintos horarios del día sus campanas al unísono en recuerdo al ensayista defensor del catolicismo.
