10 fábricas y 3 laboratorios para crear los uniformes y equipo de uso exclusivo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana
Por Luis Felipe Hernández Beltrán
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) es de las pocas instituciones que cuenta con sus propias fábricas de uniformes y equipo, así como la elaboración de las banderas mexicanas monumentales que se aprecian en las principales plazas del país y sedes diplomáticas en otras naciones, todas, dentro de una zona en la delegación Iztapalapa de la Ciudad de México.
10 fábricas, 3 laboratorios
Las Fábricas de Vestuario y Equipo (Fave) están compuestas por 13 complejos fabriles (10 fábricas y tres laboratorios), en donde laboran mil 942 elementos: mil 98 hombres y 844 mujeres con habilidades en confección y fabricación de vestuario y artículos militares; todos, dirigidos por el general de división, diplomado de Estado Mayor, Juan Manuel Castillo Segura.
En entrevista exclusiva para Protocolo, a la par que se realiza un recorrido por la Fave, el general Castillo comparte que durante los dos años que lleva al frente de la institución se han cumplido muchas metas como la modernización de la maquinaria con la adquisición de 67 máquinas y la compra de 30 telares de tecnología neumática; así como el fomentar la transparencia y rendición de cuentas.
Pero subraya que también hay otras más por cumplir, como el impulso a la capacitación e investigación para mejorar los artículos que se producen en términos de resistencia, durabilidad y comodidad. Para ello, explicó que existen convenios de colaboración con instituciones como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
3 millones de artículos al año
Más de tres millones de artículos se producen anualmente en la Fave: Uniformes, playeras, cinturones, calcetines, bordados; teñidos, acabado y estampado (aplicación de color a las telas y el patrón de camuflaje, así como la impermeabilización, sanforizado y repelencia al agua); chalecos antibalas, trajes antibombas, cascos antifragmentos, fornituras, mochilas, ponchos, coderas, rodilleras; chamarras de campaña y vestuario especial; ropa interior, ropa invernal y gorras; banderas, colchones, ropa de cama, ropa hospitalaria; muebles metálicos, gabinetes, camas, literas, escritorios, libreros, sillas y mesas; calzado como botas operativas, zapatos de presentación, botines, botas de desierto, botas para montar.
Para ello, todo lo que allí se elabora pasa por procesos de calidad, investigación y desarrollo en tres laboratorios:
Textil, para verificar la calidad de la materia prima con la que se fabrica el vestuario y equipo.
Balístico, para comprobar que los chalecos antibalas cumplan con la protección balística exigida por las normas internacionales y nacionales.
Pruebas multifacéticas, evalúa el comportamiento de los artículos en distintas condiciones climatológicas.
El director general de la Fave considera a la institución a su cargo como un lugar en donde se puede contribuir con las aspiraciones y deseos de superación. “Veo un Ejército día a día más cercano a la sociedad a la que nos debemos, con mayor compromiso; veo a los integrantes de esta noble institución con el orgullo y el privilegio de vestir el uniforme militar”, concluyó.
Revista Protocolo
