El pasado 12 de junio, la embajada de la República de Filipinas celebró su día nacional con una recepción ofrecida por el encargado de Negocios, Eduardo A. de Vega, y su esposa, la vicecónsul María Theresa de De Vega.
Durante la recepción, De Vega anotó que México y Filipinas siempre han estado unidos por fuertes lazos históricos y culturales.
Además de un pasado común que data de más de cuatro siglos, tomando sus raíces en el intercambio de bienes durante el paso de los galeones de Manila por Acapulco, recalcó que uno de los héroes más importantes en la lucha de independencia filipina, José Rizal, se inspiró en la insurrección mexicana contra España.
Por desgracia, Rizal murió a manos de los españoles en 1896, pero dos años después, el general Emilio Aguinaldo retomó la causa del mártir caído y proclamó la libertad filipina del dominio español el 12 de junio de 1898. Luego, Madrid cedió el archipiélago a Estados Unidos por la suma de 20 millones de dólares.
Los estadounidenses controlaron a Filipinas hasta fines de 1941, cuando tro-pas japonesas ocuparon las islas.
Finalmente, el 4 de julio de 1946, la independencia de Filipinas fue proclamada de acuerdo con una acta del Congreso estadounidense y se estableció como república.
De Vega explicó que ahora el 4 de julio es considerado en su país como el día de amistad entre Estados Unidos y Filipinas, y el 12 de junio, el Día de Independencia.
