Viajes

La España Verde en el Transcantábrico

A España se le reconoce como el país con mayor variedad de regiones y culturas en Europa; cada una de ellas posee personalidad propia, paisajes, gastronomía, ciudades y culturas diferentes. Una de estas regiones se denomina España Verde, conformada por cuatro diferentes comunidades autónomas con un común denominador: paisajes dominados por el color verde.

Cada uno de los parajes que conforman la España Verde puede recorrerse de diferentes maneras; una de ellas es el Transcantábrico, un tren-hotel de lujo que nos permite viajar sin otra ocupación que no sea disfrutar el viaje. El tiempo entre las diferentes paradas, el viajero lo pasa en lo s vagones bar-restaurante o viendo pasar los paisajes desde su compartimiento-cama.

El Transcantábrico para en las poblaciones más interesantes de cada región, y en cada una de ellas un autobús espera a los viajeros para acercarlos a los lugares propuestos para visitar. El autobús es el mismo en todas las paradas ya que acompaña al tren a lo largo de su recorrido para dar servicio a los viajeros.

El tren comienza el viaje en León, en tierras castellanas para adentrarse luego al País Vasco y sus ciudades como Bilbao, famosa por el Museo Guggenheim, de arte contemporáneo. Luego viene Santander, capital de Cantabria, donde puede admirarse la belleza de su paseo marítimo que engarza las seis playas con las que cuenta la ciudad.

De Santander el viaje continúa en Santillana del Mar; Ribadesella, en Asturias; Arriendas, donde un autobús lleva hasta el corazón de los Picos de Europa para visitar el Santuario y la Gruta de la Virgen de Covadonga y, posteriormente, ya adentrado en la alta montaña, los Lagos de Covadonga, de origen glaciar.

Las siguientes paradas del viaje son Oviedo, Galicia y Santiago de Compostela. En esta última, ciudad medieval declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el almuerzo en el impresionante Parador Nacional de los Reyes Católicos marca el final de una experiencia inolvidable.

Los almuerzos y cenas se hacen en restaurantes escogidos por la variedad y calidad de su gastronomía; quienes ya han viajado con el Transcantábrico consideran que la gastronomía que se ofrece durante el viaje no es el menor de los atractivos y sólo por esto merecería la pena haberlo hecho.

El número de viajeros nunca supera los 60 y ello permite los momentos de convivencia y de encuentro. Las veladas en el vagón bar-discoteca se amenizan algunas noches con actuaciones en vivo y fiestas. La atención y la amabilidad del personal a bordo del Transcantábrico hacen sentir como en casa y al final del viaje ellos estarán entre los buenos recuerdos.

Más información:
Oficina Española de Turismo México
mexico@tourspain.es

Revista Protocolo

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