Pese a que estaba sumamente ocupado durante su breve estancia en México, Shimon Tal, director de la Comisión para el Agua de Israel, quien vino a tierras mexicanas el pasado mes de marzo para participar en el IV Foro Internacional del Agua, logró encontrar un par de horas para socializar y entremezclarse con miembros del cuerpo diplomático y la comunidad judía aquí, durante un coctel ofrecido en su honor en la residencia oficial del embajador de Israel en México, David Dadonn, y su esposa Karen.
En dicha recepción, Tal expresó a Protocolo algunas de sus ideas sobre el tema del foro, subrayando el hecho de que es una obligación moral y política de cada líder mundial buscar la manera de conservar el agua, ya que es un recurso vital para toda la humanidad.
En este sentido, subrayó la prioridad de la cooperación entre los israelíes y los palestinos en preservar el vital líquido a pesar de sus diferencias políticas, y recalcó que para este fin, existe un convenio bilateral.
“De hecho, sin el acuerdo nadie sobrevivirá porque el agua es muy escasa en nuestra región”, observó.
“Israel proporciona mucho más agua a los palestinos de lo que preveía dicho acuerdo. Tuvo que desarrollar nuevas fuentes de suministro, por ejemplo, en el acuífero oriental.”
Añadió que la insuficiencia de agua en la región del Medio Oriente no se puede resolver sólo por medio de la redistribución, pues se requiere además el reciclado de las aguas utilizadas y la desalinización.
De hecho, el Medio Oriente dispone de un recurso hídrico estimado de 1.9 metros cúbicos al año por persona, contra más de siete metros cúbicos promedio en el mundo.
Con un pronosticado crecimiento demográfico en la región de 24 millones de jordanos, israelíes y palestinos para el año 2020, las necesidades serán de uno a 1.5 millones de metros cúbicos suplementarios al año.
Tal finalizó sus comentarios advirtiendo que mientras el sector privado pueda ser fuente de la tecnología requerida para lograr las demandas crecientes de agua potable, el manejo y responsabilidad de proveerlo cae claramente sobre los hombros de sector público.
