Comercio y Negocios

Gasto de bolsillo provoca inestabilidad financiera y pobreza

En pruebas covid, hospitales privados superan al menos 230 por ciento el costo promedio señalado por la Subsecretaría de Salud y no están obligados a publicar precios antes de brindar un servicio

Revista Protocolo

Ciudad de México, 7 de abril de 2021.— El gasto de bolsillo que los mexicanos destinan a sus medicamentos cada vez es mayor, lo cual impacta en la situación financiera del país y la economía familiar.

“Los artículos del sector salud tienden a incrementar sus precios más rápido que la canasta básica, si consideramos que los precios de los medicamentos siguen en aumento, la presión de este gasto sobre las finanzas públicas y sobre la economía de las familias se torna muy relevante”, declaró Mónica Hurtado, maestra en promoción de la salud y desarrollo social, y parte de la red de especialistas de Soy Paciente.

En una comparativa entre inflación general contra inflación en el sector salud, la segunda es 1.7 puntos porcentuales mayor. Según la última Encuesta Nacional de Salud, el 73 por ciento del gasto total en salud es de bolsillo, esto coloca a México como el segundo país que más destina a este rubro en el mundo y una de las cifras más altas de América Latina. Los porcentajes correspondientes a Colombia, Costa Rica y Uruguay son de 15, 25 y 16 por ciento, respectivamente, mientras la cifra promedio de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) es de 14 por ciento.

“Si bien este gasto se distribuye de manera casi homogénea, las familias asignan proporciones similares a la atención de la salud indistintamente de su nivel socioeconómico, por tanto el gasto agrava la desigualdad no solo por el tipo de atención recibida en función del ingreso, sino también por el posible impacto que las enfermedades catastróficas pueden tener sobre la economía familiar”, añadió Mónica Hurtado.

La prueba para diagnosticar el covid en hospitales privados, tiene un rango de costo que va de seis mil a diez mil pesos, y en ciertos casos puede aumentar hasta 25 mil, mientras que en hospitales que no cuentan con este examen en particular, ofrecen un barrido virológico que llega a costar 40 mil pesos. Estos precios son más elevados y superan en al menos en 230 por ciento al costo promedio señalado por la Subsecretaria de Salud, la cual informó que el costo de producción de una prueba de detección de coronavirus tiene un costo de dos mil 300 pesos.

Los hospitales privados, donde reside el 15 por ciento del gasto de bolsillo de las familias mexicanas, no están obligados a publicar precios antes de brindar un servicio. Esto no permite a los pacientes contar con los elementos para decidir de manera informada dónde recibir atención médica.

Indicadores mundiales comprueban que el retorno a la inversión en salud es alto, por cada 10 por ciento de incremento en la expectativa de vida se genera un incremento de cuatro por ciento en el producto interno bruto (PIB) de un país.

Soy Paciente es una organización de la sociedad civil conformada voluntariamente por profesionales de la salud, activistas e investigadores que laboran en los ámbitos público y privado, apoyados por periodistas en la difusión de la causa. Surge con el fin de exponer la problemática del sistema mexicano de salud e incidir en la necesidad de una regulación eficiente y centrada en los derechos de los pacientes.

La información que difunde cumple con el rigor de la veracidad y es expuesta por profesionales de la salud que apoyan en concientizar a los pacientes sobre su derecho a la salud, brindándoles información disponible y necesaria en aras de integrar una comunidad organizada, informada y participativa que ejerza influencia sobre el rumbo del sistema de salud en México.

Para más información: www.soypaciente.org

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