De los 107.5 millones de habitantes que hay en México, 20.2 millones tienen acceso a Internet, señaló la Asociación Mexicana de Internet (Amipci). El parque de computadoras personales en el país es de 12.5 millones, de las que sólo 7.4 millones están conectadas a la Web.
Amipci indicó que la tasa anual de crecimiento de la base instalada de computadoras personales en México fue de 15.8 por ciento entre 2005 y 2006.
De acuerdo con el estudio Hábitos de los usuarios de Internet en México 2006, se observó que 60 por ciento de las computadoras personales están instaladas en los hogares ―lo que implica que creció en un 16 por ciento durante el presente año―, y que el 40 por ciento restante se encuentra en las empresas.
Javier Pérez Mazatán destacó que aun cuando se estima la posibilidad de que en los siguientes seis años el número de usuarios será de más del doble, el reto que tiene el país en adelante es importante al considerar que la penetración de Internet en países desarrollados es hasta de 60 por ciento.
El coordinador del sistema e-México, tras la presentación de la Amipci, comentó que existe la certeza de que este proyecto no desaparecerá y que tendrá continuidad en el gobierno de Felipe Calderón, ya que le dejará herramientas que, junto con esfuerzos privados y civiles, le permitirán incrementar en más de 20 millones el actual número de cibernautas con que cuenta el país.
El funcionario precisó que “el arranque, los primeros pasos, que es lo más difícil, ya están dados”, por lo que consideró que no será complicado que durante el próximo sexenio se supere el reto de duplicar el número de mexicanos con acceso a Internet, para sumar más de 40 millones. Explicó que en la actualidad alrededor de 20 millones de mexicanos ya navegan por la Web y subrayó que 42 por ciento de ellos tienen acceso a Internet mediante sitios públicos, entre los que destacan los Centros Comunitarios Digitales (CCD) del sistema e-México y los cafés Internet, sin restar méritos a diversos esfuerzos e iniciativas de organizaciones privadas y civiles.
Fuente: El Financiero
