Cultura

Leonora Carrington deja en México un legado significativo de su obra

En el Museo Nacional de Arte y el Centro Cultural Estación Indianilla se pueden apreciar algunas de sus piezas

Leonora Carrington murió a los 94 años de edad
en México. Foto: Reuters/Daniel Aguilar

La obra creativa de Leonora Carrington (Lancashire, Inglaterra, 6 de abril, 1917-Ciudad de México, 25 de mayo de 2011), la cual en su mayoría desarrolló en México es vasta y diversa. Y en este país que la acogió en 1942, tras la persecución del nazismo, ha quedado una huella imborrable de su legado.

Una de las exposiciones que actualmente está abierta al público es Escultura reciente. Leonora Carrington 94 aniversario, colección conformada por diez esculturas de bronce, que se presenta en el Centro Cultural Estación Indianilla.

Los títulos de las piezas son Rostro águila, Dama y zorro, Barca con chango, Stallion, Paseo a caballo, Minotauro, Máscara con gato, Silla, Nigromante y Dama con tocado, con las cuales la autora retomó elementos característicos de su producción, como su inclinación a la recreación de animales y la naturaleza. El Centro Cultural Estación Indianilla se ubica en la calle Claudio Bernard 111, casi esquina con la calle Niños Héroes, en la colonia de los Doctores. La muestra permanecerá abierta hasta el 11 de junio.

Otra oportunidad de apreciar la obra de la pintora surrealista es la muestra colectiva Remedios Varo y sus contemporáneas, que presenta las afinidades y puntos de encuentro con la producción de Leonora Carrington, y en la cual se halla además obra de Kati Horna, María Izquierdo, Frida Kahlo, Alice Rahon y Elizabeth Tichenor.

El público puede apreciar el significativo legado de este grupo de artistas mujeres relacionadas con el surrealismo que se estableció en México durante la segunda mitad del siglo XX, en el que se encontraban Remedios Varo, Alice Rahon y Leonora Carrington.

Lo que unía a estas tres artistas era su participación en el movimiento surrealista fundado por André Breton, en París, en 1924. En México, por otro lado, residían un par de pintoras que ya habían llamado la atención de los miembros de este grupo artístico de vanguardia.

En 1936 Antonin Artaud —uno de los fundadores del movimiento surrealista— visitó México y se interesó en la obra de María Izquierdo; escribió un texto sobre su trabajo y se llevó de vuelta a París varias de sus acuarelas con el fin de montar una exposición.

En 1937 André Breton conoció a Frida Kahlo y también desarrolló una fascinación hacia su pintura. Un año más tarde, viajó a México y convivió con ella y con su esposo Diego Rivera. A su regreso a Francia, el poeta montó una exposición dedicada al país, titulada Mexique, en la que incluyó dos trabajos de la artista.

Además, con el exilio de la Segunda Guerra Mundial, llegaron varias artistas provenientes de otras latitudes que, una vez en México, desarrollaron una producción de fuerte inspiración surrealista; Katy Horna y Bridget Tichenor, entre ellas.

De esta forma se consolidó en México un grupo de artistas, mayoritariamente mujeres, relacionadas con el surrealismo, aunque algunas de ellas —como Kahlo o Izquierdo— no pertenecieron al movimiento y su expresión artística fue por otros caminos.

Remedios Varo y sus contemporáneas continuará abierta en el Museo de Arte Moderno, calle Tacuba 8, Centro Histórico de la Ciudad de México, hasta el próximo 7 de agosto.

Por otra parte, cuando en 2005 el gobierno de la ciudad de México declaró a Leonora Carrington “Ciudadana Distinguida” y se le entregaron las llaves de la ciudad, la artista donó a los habitantes de la capital del país la escultura Cocodrilo, la cual fue primero colocada en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec y luego se reubicó en Avenida Paseo de la Reforma a la altura de la calle Havre.

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