El sitio obligado para los turistas es la Torre de Bayterek, con una altura de 97 metros
Si en el mundo una ciudad puede presumir de modernidad y vanguardia así como de cosmopolita, sin duda alguna es Astana, que desde 1998 es la capital de Kazajstán, y es un claro ejemplo de ello.
Dividida en dos partes por el río Ishim, está situada en la parte centro-norte de Kazajstán, es un lugar donde conviven poco más de un millón de habitantes que se desenvuelven entre arquitectura moderna, principalmente por sus llamativos edificios, que se han convertido en puntos de interés turístico, principalmente en sus exteriores.
Un símbolo de la modernidad mundial, y a mucho orgullo kazaja, es el Khan Shatyr, una enorme carpa de más de 150 metros de altura sobre una base elíptica de 140 mil metros cuadrados que alberga un centro comercial, así como una playa cubierta y hasta un río. Adaptado con todos los adelantos tecnológicos, principalmente por su sistema de calefacción, ya que polímeros termoplásticos transparentes están sostenidos en una aguja central que en conjunto con los sistemas de calefacción y refrigeración, permiten temperaturas cálidas para disfrutar todos los atractivos; por las noches, no deja de sorprender su iluminación colorida que se alcanza a ver desde distintos puntos de la capital.
El sitio imperdible para los turistas es la Torre de Bayterek, el símbolo por excelencia de Kazajstán, su altura de 97 metros, permite que todos los que accedan a ella, disfruten de la impresionante vista por toda la ciudad. Simboliza un árbol al que a su parte más alta llegó un pájaro y puso un huevo cargado de felicidad, que desde su altura, transmite a todos los habitantes y paseantes de la urbe.
La Torre de la modernidad y concentración, es otro de los atractivos que se encuentran en la capital kazaja, una pirámide de una base cuadrada, de la cual sobresalen paredes triangulares de 62 metros de alto, que a simple vista resulta impresionante para quien la ve; por dentro es el lugar en donde se reúnen grupos étnicos y religiosos.
En esa multiculturalidad religiosa, conviven, principalmente islamitas y cristianos, pero también alberga a otros grupos religiosos.
Tiene un sistema efectivo de transportación hacia otros países, con trenes modernos que tienen conexión con ciudades cercanas.
A pesar de que el clima frío predomina todo el año, es la paz con que se vive, provocada por sus habitantes y a la vez por los turistas, lo que da el toque de calidez a tan emblemático lugar.
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Revista Protocolo
