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Hacen de las suyas “diablos rojos” en México

El embajador Antoine Evrard recibió a más de 150 personas en la Embajada de Bélgica para disfrutar del partido entre su país y Japón

Organiza la Embajada de Bélgica en México ameno convivio para disfrutar de la transmisión del juego contra Japón en el Mundial de Rusia

Texto y fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán para la revista Protocolo Copyright

Coloquial y culturalmente, se tiene la creencia que el diablo, aparte de ser de color rojo, es un ser travieso, maldoso y con mucha estrategia y análisis de sus adversarios para siempre tratar de salirse con la suya, sin dejar de ser sufrido cuando las cosas le salen mal.

Lo vivido la tarde de ayer tanto en el estadio Arena Rosyov del Don como en el jardín principal de la Embajada de Bélgica en México, fue el ejemplo más claro para refrendar esa creencia.

Poco más de 150 “diablos rojos”, entre belgas que radican en nuestro país y mexicanos que gustan del futbol belga, acudieron hasta la sede diplomática belga en nuestro país para disfrutar de la transmisión del encuentro Bélgica vs Japón del Mundial de Futbol de Rusia 2018, en un evento especial organizado por el cuerpo diplomático de ese país europeo, en el que se ofrecieron cervezas, chocolates y papas fritas… todo belga.

Si bien el primer tiempo se caracterizó por pocas llegadas a gol, los belgas que observaban el encuentro no dejaban de apoyar con sus playeras rojas, gorros, banderitas, manitas aplaudidoras, trompetas y desde luego, gritos de apoyo hacia sus ídolos.

Los hinchas de los “diablos rojos” sufrieron durante el partido, pero al final, se fueron felices por el pase a cuartos de final

La preocupación llegó al inicio del segundo tiempo, cuando los nipones aventajaban con un gol, y después, la tristeza, al borde de las lágrimas para algunos “diablos rojos”, cuando la ventaja para los asiáticos era ya de dos goles; sin embargo, las maldades llegaron y Marouane Fellaini metía el primer gol para los europeos al minuto 65, lo que generó un breve alivio, pero faltaba un gol para empatar y meter así a Bélgica a la zona de tiempos extra.

La incredulidad llegó cuatro minutos después de la primera anotación, cuando Jan Vertonghen lograba el empate, y la algarabía y gritos que destrozaron más de un tímpano, eran insoportables. Las diabluras en México, comenzaban a hacer efecto.

El tiempo terminaba y los comentarios entre los asistentes ante la cada vez viable llegada de los tiempos extra era de conformidad; sin embargo, a escasos minutos del final y cuando todo indicaba que siempre sí se irían al complemento y otros apostaban por la tanda de penaltis, Nacer Chadli hacía la hazaña en los últimos segundos, dando la voltereta al marcador y vencer así 3 a 2 a Japón. ¡La diablura estaba consumada!

Por si fuera poco, una vez concluido el juego, el embajador belga Antoine Evrard pondría un toque extra para seguir con las diabluras: “Los espero el próximo viernes a la una de la tarde para el juego de los cuartos de final contra Brasil”, por lo que se presagia otra invasión de esos demonios rojos, mexicanos y belgas, en la misma Embajada de Bélgica.

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