Rinden en la residencia del embajador de Australia ceremonia solemne por el día del Cuerpo del Ejército de Australia y Nueva Zelanda (ANZAC)
Texto y fotos: Luis Felipe Hernández para la revista Protocolo Copyright©
Antes que salieran los primeros rayos del sol, el meloso sonido de una gaita despertaba a los habitantes de la colonia Lomas de Chapultepec en la Ciudad de México, o bien deleitaba a aquellos madrugadores que iniciaban su vida cotidiana.
Si bien este acontecimiento puede sonar fantástico, romántico o quizá hasta divertido, la música gaitera no simbolizaba otra cosa más que solemnidad.
El recuerdo de los soldados australianos y neozelandeses caídos en la Batalla de Galípoli de 1915 sigue presente, y como dicta la tradición de los dos países más importantes de Oceanía: antes que aparezca el alba, una ceremonia con toques políticos y religiosos se organiza en conmemoración de aquel episodio; razón por la cual, la residencia del embajador de Australia, David Engel, volvió a ser la sede de tal eventualidad, y desde tempranas horas se escuchaban los inusuales sonidos.
Las embajadas en México de Australia y Nueva Zelanda organizaron en conjunto los rituales del día del Cuerpo del Ejército de Australia y Nueva Zelanda (ANZAC, por sus siglas en inglés), acto en el que participaron algunos diplomáticos de otros países acreditados en el nuestro, depositando una ofrenda floral con las banderas de sus respectivas naciones.
Un minuto de silencio y la participación del coro de la Iglesia de Cristo, indicaba que la ceremonia del día ANZAC, quizá el más importante para australianos y neozelandeses, había concluido. La gaita se volvió a escuchar, esta vez, para con su dulce ritmo animar a disfrutar de los días alejados de guerras y muros, siempre enarbolando entre naciones la bandera de la paz.
Revista Protocolo
