Texto y fotografías: Luis Felipe Hernández Beltrán
Tal como ocurrió de 1923 a 1926, cuando salió de su país para huir de las autoridades que lo acusaban de presuntamente haber herido a un opositor al Partido Liberal, Augusto César Sandino volvió a México para celebrar el 124 aniversario de su natalicio.
El país donde el máximo héroe nicaragüense trabajó como empleado en una empresa petrolera en Veracruz y en el que inició su formación política, lo homenajeó la soleada y calurosa mañana de ayer, lunes 20 de mayo, en el Jardín de las Américas dentro de las instalaciones de la Escuela Superior de Guerra, en la colonia San Jerónimo de la Ciudad de México.
Rodeados de distintos batallones y escoltas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y algunos representantes de la Secretaría de Marina (Semar) y de la Policía Federal, con una ceremonia cívica, Cruz Eduardo Vega Rivera, director de la Escuela Superior de Guerra, y Juan Carlos Gutiérrez Madrigal, embajador de Nicaragua en México, hicieron un depósito floral en el busto del iniciador del movimiento sandinista de Nicaragua, junto con una guardia de honor mientras se guardaba un minuto de silencio.
“Augusto César Sandino fundó el 12 de septiembre de 1927 el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua con 29 hombres, más él, eran 30, que participaron en la Guerra Constitucional de 1926 a 1927. Esta fuerza militar era de carácter popular integrada voluntariamente por campesinos y obreros. Se rigió por principios de libertad, dignidad, soberanía, independencia, progreso, paz, democracia, nacionalismo, antiimperialismo, latinoamericanismo, justicia, unidad y solidaridad.
“Sandino cambia la naturaleza de la guerra, de una guerra civil para dirimir contradicciones internas a una guerra de liberación nacional contra el imperio”, dijo el diplomático nicaragüense en su discurso.
En su sermón, el embajador Gutiérrez Madrigal compartió, a manera de exclusiva, que en el Pentágono (sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos), en el Salón de las Banderas, mientras que del lado derecho EEUU presume todas las guerras ganadas por el ejército estadounidense, del lado izquierdo aparecen las dos únicas guerras perdidas: Nicaragua y Vietnam.
Al término de la ceremonia, se realizó en el Auditorio General Abelardo L. Rodríguez de la misma sede militar, la proyección del documental General Augusto C. Sandino. Héroe Nacional, y posteriormente, una comida con el tradicional platillo nicaragüense Vigorón y la bebida fresco de cacao con leche.
