Entrevistas

La interesante vida de Luis Alvarado Contreras, embajador del Perú

El embajador aseguró que a fin de este año el acuerdo comercial AC8 entre Perú y México va a ser intensificado

Por Helen Krauze

Helen Krauze charla con Luis Alvarado
Contreras Embajador del Perú

Fue durante el coctel previo al Festival de Pescados y Mariscos del Pacífico, que se presentó en el Hotel Elcano de Acapulco, cuando alguien me dijo: “aquí está el embajador del Perú, quieres conocerlo”. Por supuesto, contesté.

Me acerqué, se paró como de rayo, estrechó mi mano y dijo: “Encantado, señora.”

De inmediato le pedí una entrevista para el día siguiente, a la cual accedió con la misma afectuosa actitud.

—¿Cómo llegó a ser embajador en México? Pregunté una vez sentados uno frente al otro en el amplio salón con vista al mar. Su contestación, natural y fluida, no se dejó esperar.

El señor presidente (Alan García), quien pertenece al mismo movimiento político que yo, me pidió que ocupara un cargo diplomático. Yo le contesté que el solo hecho de haber sido llamado, me gratifica sobremanera, el que a este modesto ciudadano se le convoque, nada menos que al Palacio del señor presidente de la República, pero decliné.

Sorprendido me dijo: “te ruego que repienses tu respuesta y que convoques a un consejo de familia”. Hice lo que me pidió —ya que es amigo de la familia— y reuní a hermanos, hijos, nietos y a mi esposa. Todos por unanimidad, sin debates me dijeron: “y qué esperas que no aceptas…”, hasta de zonzo y baboso me tildaron. Mis hermanos insistían que llamase al presidente. Al otro día hablé con él y le dije, “ni tú ni el partido que tú representas (porque él es también presidente del Partido Aprista Peruano), ni mi familia quieren verme acá en el Perú, están hartos de mí, así que bótame en donde quieras, cuando quieras”.

Comenzó a reírse y me respondió: “No, tú decide dónde, al país que tú quieras, conversa con Joselo (José Antonio García Belaúnde), el ministro de Relaciones Exteriores. Llámalo en cinco minutos.” Cuando lo contacté, él ya tenía las indicaciones y entonces le dije: “México”. Desde ese momento estoy acá feliz disfrutando de la generosidad y grandeza de su gente, lo digo honestamente.

—¿Cuándo llegó a la ciudad de México?

A medianoche del 19 de abril del año pasado, 2009. A los tres días, se desató el virus AH1N1. Eso nos distanció un poco, no podíamos conversar ni dos, ni tres, ni cuatro personas por decisión oficial de los gobiernos de México y Perú. Y como el Perú cerró no sólo sus fronteras sino sus aeropuertos, los hermanos mexicanos que estaban allá no podían regresar a su país y viceversa, era por cuestiones de salud. Después que pasó el tema de la epidemia, inmediatamente coordiné con el señor presidente y se pidió un decreto, para que los mexicanos ya no tengan que gestionar visa para viajar al Perú.

—¿Cuál es el mayor objetivo en su puesto?

El estrechamiento no sólo simbólico, sino a través de la realidad; estamos conjuntando esfuerzos con nuestros hermanos mexicanos. Estoy contento trabajando todos los días. Llego todos los días al local de la embajada antes de la hora de ingreso y me voy después de la hora de salida.

—¿Hábleme de su carrera en el Parlamento?

He sido siete años parlamentario; como presidente de la Cámara de Diputados y del Congreso, siempre me caractericé —discúlpeme que hable en primera persona, pero usted me ha pedido que converse— como el más trabajador, esa entrega ahora la estoy realizando en la embajada.

—¿Perú tiene Tratado de Libre Comercio con México?

Hay un acuerdo comercial que se llama AC8, y que a fin de este año va a ser intensificado. Estamos ante la inminencia de cristalizarlo, en realidad de firmar el Tratado de Libre Comercio. La pelota está en la cancha de los mexicanos. El tema agrícola que comprendemos, es lo que está demorando está decisión y la respetamos.

Cabe mencionar que don Luis Alvarado es abogado de profesión. Nació en Nazca, Perú, y en 1943 se trasladó a Lima, donde ingresó a la Escuela Militar de Leoncio Prado. Posteriormente realizó estudios de derecho y ciencias políticas en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, una de las más antiguas y prestigiosas de América del Sur. Su carrera política inició cuando fue designado secretario general de Economía. A la postre, fue propuesto por su partido como candidato a diputado por el departamento de Lima, siendo elegido abrumadoramente. Mientras ejercía la función legislativa, aconteció el golpe de Estado liderado por Alberto Fujimori Fujimori, el 5 de abril de 1992. Desde aquel día, el doctor Luis Alvarado Contreras se ha convertido en un luchador por el restablecimiento del legítimo orden constitucional.

En su vida personal el doctor Alvarado es digno esposo y amoroso padre y abuelo, además de ser acérrimo aficionado al automovilismo, pasión que heredó y compartió de su padre.

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