22 menores de la comunidad de Soma —una de las más afectadas por el tsunami de 2011 en Japón— arribaron a México en misión de buena voluntad
La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa Cantellano, recibió en las instalaciones de la cancillería, a 22 niños de la comunidad de Soma, prefectura de Fukushima, Japón, que en marzo de 2011 fue afectada por el sismo y tsunami ocurridos en ese país asiático.
La visita se dio como resultado de una iniciativa de Margarita Zavala, esposa del presidente Felipe Calderón, formulada con el propósito de extender un gesto de solidaridad al Japón ante los graves acontecimientos que padeció el año pasado y corresponder simbólicamente el apoyo que el país asiático ha brindado a México en distintos momentos de necesidad como, por ejemplo, después de los sismos de 1985.
A lo largo de diez días, los menores desarrollarán un programa lúdico-cultural que les dará oportunidad de conocer parte del patrimonio histórico del país, sus tradiciones culinarias y convivir con jóvenes mexicanos de su edad.
Durante su estancia, los niños japoneses visitarán sitios de interés histórico-arqueológico y turístico en los estados de México, Guerrero y Puebla, así como en el Distrito Federal, cuyos gobiernos se sumaron con entusiasmo a esta iniciativa.
Los 22 niños y niñas fueron seleccionados con base en criterios de equidad por parte de las autoridades japonesas con objeto de que hubiese representantes de todas las escuelas de la ciudad de Soma: diez primarias, cinco secundarias y dos preparatorias.
La organización de la visita estuvo a cargo de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexid) de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), que contó con el copatrocinio y apoyo de dependencias e instituciones como las secretarías de Turismo y Seguridad Pública, el IPN y la UNAM. Asimismo se contó con la generosa participación de la Cámara Japonesa de Comercio e Industria, del Liceo Mexicano-Japonés y de la Asociación de ex Becarios de México en Japón y la Asociación México-Japón.
Todos los participantes en este proyecto se involucraron en éste en virtud de las simpatías que generan las relaciones mexicano-japonesas, en la certeza de que su nivel de excelencia se fundamenta no sólo en un gran entendimiento político y económico, sino también en el conocimiento mutuo que tengan sus niños y jóvenes entre sí.
Revista Protocolo
