México

Derroche de entusiasmo durante el desfile militar por la Independencia de México

El desfile sirvió para celebrar 50 años de los planes: DN-III-E y Marina, y el 100 aniversario de la Industria Militar

Texto y fotos: Luis Felipe Hernández Beltrán

Una estela de humo blanco de una flotilla de aviones de la Sedena, dio pie al inicio del desfile militar
Una estela de humo blanco de una flotilla de aviones de la Sedena, dio pie al inicio del desfile militar

Por cielo y por tierra… toda una algarabía fue el tradicional desfile militar del 16 de septiembre.

Como cada año y siguiendo la tradición, el 16 de septiembre, desde muy temprano, miles de familias mexicanas se postraron en las principales calles del Centro Histórico y la avenida Paseo de la Reforma para ver desfilar durante dos horas a distintos contingentes de las fuerzas armadas, Policía Federal y Asociación Mexicana de Charros.

Después de izar la bandera monumental de la plancha del Zócalo capitalino, el presidente Enrique Peña Nieto acompañado los secretarios de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos Zepeda, y Marina (Semar), Vidal Francisco Soberón Sanz, realizó el pase de revista a las tropas castrenses, navales y policiacas, en un vehículo descubierto, para después instalarse en el palco presidencial de Palacio Nacional donde ya los esperaban la primera dama, Angélica Rivera de Peña; los presidentes de las mesas directivas de la Cámara de Diputados y el Senado de la República, Edmundo Javier Bolaños Aguilar y Pablo Escudero Morales, respectivamente, y el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar Morales, y juntos presenciar el cortejo.

Más de 23 mil soldados, 448 vehículos de uso exclusivo del Ejército, 266 caballos, 65 perros y 35 águilas conformaron la caravana terrestre; mientras que 149 aeronaves de las dependencias gubernamentales participantes realizaron extraordinarios vuelos y ejecuciones aéreas.

Sobresalieron los vehículos alegóricos con simulaciones del Plan DN-III-E y el Plan Marina, propuestas castrenses y navales que sirven para apoyar a la sociedad mexicana en caso de desastre y que ambos celebran su 50 aniversario; al igual que el tráiler con recreaciones de las actividades que se realizan en la Industria Militar, institución que festeja 100 años de existencia; el convoy más aplaudido por los asistentes fue el turibús que transportó a los deportistas militares que participaron en los pasados Juegos Olímpicos de Río De Janeiro.

Lo que también sorprendió, fueron los balcones de Palacio Nacional contiguos al presidencial, en donde a diferencia de años pasados con la presencia de integrantes del gabinete presidencial y autoridades especiales, en esta ocasión fueron alumnos de sexto grado de primaria, considerados los más aplicados, algunos de los cuales, por momentos, acompañaron al presidente en su balcón.

Al finalizar, el reporte al primer mandatario con la exclamación de “Sin incidentes” de parte de Noé Sandoval Alcázar, subsecretario de la Sedena, indicaba que la fiesta de la milicia mexicana había transcurrido con éxito.

Revista Protocolo

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