La participación de México en el Consejo Consultivo permitirá al país incrementar las actividades investigación y cooperación con los demás Estados
En París, México resultó electo miembro del Consejo Consultivo Científico y Técnico de la Convención para la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático, durante la Segunda Reunión de la Conferencia de las Partes de dicha convención en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El Consejo Consultivo Científico y Técnico está integrado por expertos con una reconocida trayectoria científica y profesional en los campos de la arqueología subacuática, derecho internacional, ciencia de los materiales (metalurgia, arqueobiología, geología) y la conservación de sitios y objetos arqueológicos subacuáticos. México estará representado en este órgano por la arqueóloga Pilar Luna Erregueran, subdirectora de Arqueología Subacuática del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El Consejo Consultivo estará encargado de apoyar a los Estados Parte de la Convención en cuestiones de índole científica y técnica, así como impartir orientación respecto al mecanismo de cooperación entre Estados en la materia. La primera reunión del Consejo Consultivo tendrá lugar en Cartagena, España, en 2010.
Asimismo, México fue nombrado presidente del Grupo de Trabajo que revisará y redactará las Directrices Operativas para la Implementación de la Convención, que deberán ser presentadas a la Tercera Asamblea de la Convención en el primer trimestre de 2011.
La participación de México en el Consejo Consultivo permitirá a México incrementar las actividades de investigación y cooperación con los demás Estados Parte para la preservación in situ de los bienes del patrimonio nacional subacuático. Tan sólo en Quintana Roo existen 68 sitios calificados por la UNESCO, los cuales reúnen cinco siglos de historia de las rutas de navegación en el mar Caribe.
La Convención para la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático, que entró en vigor el 2 de enero de 2009, tiene como objetivo prioritario preservar el patrimonio cultural subacuático en beneficio de la humanidad. Además de establecer principios básicos para la protección del mismo, la Convención prevé un sistema de cooperación para que los Estados puedan llevar a cabo labores de conservación y establecer normas prácticas comúnmente reconocidas para el tratamiento e investigación de dichos sitios y objetos subacuáticos.
México depositó su instrumento de ratificación el 4 de julio de 2006, convirtiéndose así en el octavo país en ratificar la Convención.
Revista Protocolo
