México

Día Internacional de la Tierra 2020, fecha inolvidable

En este 50 aniversario del Día de la Madre Tierra, la oración de los mayas para una humanidad y un planeta enfermos, fue la de la purificación y renovación de los ciclos de vida

Redacción 3W México

El Día Internacional de la Tierra 2020, que coincide con el 50 aniversario del nacimiento del movimiento ecologista moderno, será una fecha inolvidable. La pandemia del coronavirus que tomó por sorpresa a la humanidad y que incide de manera devastadora en nuestra salud, es un enérgico recordatorio del compromiso que debemos asumir para la recuperación del planeta y hacer consciencia que llegó el momento de acelerar múltiples acciones encaminadas a revertir los graves daños causados en el clima y la naturaleza en general.

Durante más de un cuarto de siglo, Teorema Ambiental se ha esforzado y trabajado arduamente en conferir el mensaje de la Madre Tierra, que claramente nos pide que actuemos para aminorar el evidente sufrimiento del planeta, que en lo que va del siglo XXI ha aumentado, reflejándose en catástrofes naturales como los magnos incendios de la Selva Lacandona y en Australia, los mayores registros de calor terrestre, y ahora, nos enfrentamos a COVID-19, una pandemia sanitaria mundial y su relación con la salud de nuestro ecosistema.

El cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad, tales como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la mala producción agrícola y ganadera, o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden aumentar el contacto y la transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos (enfermedades zoonóticas). Esto muestra las estrechas relaciones entre la salud humana, animal y ambiental.

Aunque el contagio se ha extendido por todo el mundo y ha dominado la agenda noticiosa y la atención mundial, es prioritario que la humanidad se comprometa a disminuir para fines de 2020, las emisiones globales de carbono en 7.6 por ciento y continuar trabajando en esa misma proporción cada año durante la próxima década a fin de mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 ˚C para fines de siglo.

La ONU recordó que además de conmemorarse hoy los 50 años del Día de la Tierra, también es el cuarto aniversario de la firma del Acuerdo de París sobre cambio climático. Por ello, agregó Naciones Unidas en un comunicado, “la actual pandemia es un claro recordatorio de la vulnerabilidad de los humanos y del planeta frente a amenazas de magnitud global. El daño descontrolado a nuestro medio ambiente debe ser abordado”.

En su respuesta a los impactos socioeconómicos, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, señaló que “si hubiéramos avanzado más en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, podríamos enfrentar mejor este desafío”.

El impacto visible y positivo del virus, ya sea a través de la mejora de la calidad del aire o la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, no es más que temporal, ya que se debe a la trágica desaceleración económica y la angustia humana. Más que nunca en este Día Internacional de la Madre Tierra, es imprescindible comprometernos con realizar un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta y a promover la armonía con la naturaleza y la tierra.

Igualmente, cabe destacar que ya es evidente que la voraz agresión humana a la biodiversidad, afecta al funcionamiento de los ecosistemas y puede ocasionar alteraciones importantes de los bienes y servicios que estos proporcionan. Los vínculos específicos entre la salud y la biodiversidad incluyen posibles impactos en la nutrición, la investigación sanitaria y la medicina tradicional, la generación de nuevas enfermedades infecciosas y cambios significativos en la distribución de plantas, patógenos, animales e incluso asentamientos humanos, algo que puede ser alterado debido al cambio climático.

Celebraciones virtuales

De acuerdo con opiniones de ecologistas, científicos y seres humanos concientizados, el único ganador con la aparición del virus, fue nuestro planeta. Los cielos están limpios, las aguas del mar transparentes y cientos de animales silvestres deambulan libremente por calles de poblaciones y ciudades prácticamente solitarias por el confinamiento de millones de personas que están en grave peligro de contagio con solo respirar el virus que está por todas partes.

Así, la celebración de los 50 años del Día Internacional de la Tierra será en su modalidad de “virtual”, toda vez que está prohibido que grupos de personas se reúnan, incluso dos o más deben mantenerse a una distancia prudente para evitar el contagio.

Año Nuevo Maya

En la península de Yucatán, etnias mayas llevaron a cabo tres ceremonias inherentes a sus tradiciones. A puertas cerradas, un número reducido de sacerdotes mayas, curanderos, sahumadoras y líderes de los indígenas, en particular Filiberto Ku Chan, se reunieron para festejar este día el inicio del “Año Nuevo Maya”, según su muy particular manejo del calendario, y para pedir a sus deidades por la salud de los millones que yacen en hospitales de todo el mundo a causa de la pandemia.

Cabe destacar que dentro del Mundo Maya, una extensa región de casi medio millón de kilómetros cuadrados que abarcan El Salvador, Honduras, Belice, Guatemala, y los estados mexicanos de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Chiapas y Tabasco, viven hoy día más de seis millones de indígenas, pertenecientes a 25 etnias, herederos de esta gran cultura milenaria. Es por tanto que cada grupo, que incluso habla en su propio dialecto, según la región, también se maneje “cósmicamente” con diferentes calendarios en los que las fechas históricas y religiosas como el “Año Nuevo” varían notablemente.

La ceremonia en la península de Yucatán, con el Tema “El Vuelo del Águila”, fue sencilla pero simbólica; el sacerdote encendió el “Fuego Nuevo”, del renacimiento a una nueva era y la limpieza de todo aquello que enfermó a Nuestra Madre Tierra y ahora a sus hijos. El sacerdote y todos los ahí presentes, invocaron al “cargador del tiempo”, un dios que regirá el clima en la naturaleza para saber cómo van a llegar sus cosechas.

Aunque este año no podemos celebrar a nuestro planeta con plantaciones de árboles comunitarios, limpiezas y visitas a parques nacionales, los indígenas invocaron a sus dioses para rogar por la salud humana, pues cada una de nuestras almas proviene del “polvo de las estrellas”. Para ellos, la pandemia que nos tiene inmóviles y en un peligro constante de ser contagiados, es una lección y un reto para que tomemos consciencia que debemos cambiar nuestra relación con la Tierra y poner fin a la voracidad del hombre que insiste en destruirla para su propio beneficio económico.

Los rituales mayas iniciáticos, de adivinación, purificación y renovación de la vida con la ceremonia del “Fuego Nuevo”, elemento fundamental que vincula lo terreno a lo divino, es el puente entre el corazón de la tierra y el corazón del cielo, es el guardián de la memoria de los dioses, la puerta de los ancestros que han bajado siempre para darnos esta motivación de la vida. En la profunda contemplación de sus incesantes llamas, el Abuelo Fuego nos revela los augurios y las profecías de los tiempos venideros.

En este 50 aniversario del Día de la Madre Tierra, la oración de los mayas para una humanidad y un planeta enfermos, fue la de la purificación y renovación de los ciclos de vida que nos permitan continuar por el camino de la trascendencia, en el equilibrio natural de lo terreno y lo divino latiendo al unísono con el Corazón de la Tierra y el Corazón del Cielo.

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