Acepta papa Francisco renuncia de Norberto Rivera, nombra a Carlos Aguiar como nuevo arzobispo primado de México. “Católicas por el Derecho a Decidir” ven con optimismo el cambio
Revista Protocolo
La Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano comunicó, durante la mañana de ayer, que su santidad Francisco ha aceptado la renuncia al oficio de arzobispo de la Arquidiócesis Primada de México que el cardenal Norberto Rivera Carrera había presentado en precedencia.
Al mismo tiempo el santo padre lo ha nombrado “Administrador Apostólico” de esta Arquidiócesis, hasta la toma de posesión del nuevo arzobispo que, tentativamente, se prevé será el 5 de febrero de 2018.
También se informó que el papa Francisco designó al cardenal Carlos Aguiar Retes como nuevo arzobispo de la Arquidiócesis Primada de México.
Anteriormente, Aguiar Retes era el titular de la Arquidiócesis de Tlalnepantla, y mientras llega la fecha de ocupar su nuevo cargo, se ha convertido en Administrador Apostólico de la misma hasta la llegada de su sucesor.
La llegada de Aguiar Retes a la Arquidiócesis Primada de México tuvo positivismo en la organización “Católicas por el Derecho a Decidir” que considera que representa una nueva oportunidad para que la Arquidiócesis de México promueva un catolicismo más cercano a su feligresía.
“Si bien ha tenido una relación cercana a la clase política, se espera que tome en cuenta el llamado de atención que hizo el papa Francisco en su visita a México en 2016, en la que expresó que la jerarquía católica mexicana no necesita de príncipes, ni de clericalismos, ni de negociaciones en lo oscurito, sino de obispos y sacerdotes al servicio de su pueblo, transparentes, misericordiosos, que dejen de dar viejas respuestas a nuevas demandas y realidades”, cita un comunicado de dicha organización.
“Ahora le corresponde al arzobispo Aguiar asumir el mandato del Evangelio y las palabras de su santidad para promover una Iglesia renovada, que no tenga miedo a la transparencia, una Iglesia con coraje profético, cercana al sufrimiento y las necesidades de su feligresía, que denuncie las injusticias y genere esperanza. Esperamos también que mantenga una postura respetuosa del Estado laico mexicano y que promueva una Iglesia que respete el ámbito político y que no siga interviniendo en decisiones que le competen al Estado”, finaliza el oficio.
