México

Homenaje póstumo a Fernando Solana Morales

Se recordaron logros del político en su paso por las secretarías de Comercio, Educación Pública y Relaciones Exteriores; y en su etapa como senador de la República

Texto y fotos: Luis Felipe Hernández Beltrán

Eugenia Solana Morales, Ildefonso Guajardo Villareal, Manuel Solana Morales, Aurelio Nuño Meyer, Luis Javier Solana, Roberto Gil Zuart y Claudia Ruiz Massieu
Eugenia Solana Morales, Ildefonso Guajardo Villareal, Manuel Solana Morales, Aurelio Nuño Meyer, Luis Javier Solana, Roberto Gil Zuart y Claudia Ruiz Massieu

Desde la cancillería mexicana, los sectores económico y educativo, y hasta el legislativo, Fernando Solana Morales (Ciudad de México, 1931 – Ibídem, 2016) fue definido como un hombre de Estado.

Y es que quien fuera secretario de Relaciones Exteriores, de 1988 a 1993, en los tiempos del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, volvió a la que fuera su casa de trabajo, la cancillería mexicana, a la que acudieron sus familiares, amigos, pero sobre todo quienes fueron sus colaboradores más cercanos.

Una fuerte ovación se escuchó en el salón “José María Morelos y Pavón”, cuando la urna que contenía las cenizas de quien también fuera senador apareció y fue colocada en un lugar de honor.

En el presídium, adornado por dos fotografías del fallecido político, aparecieron ocupando los lugares especiales, los actuales secretarios de Economía, Ildefonso Guajardo Villareal; de Educación, Aurelio Nuño Meyer, y de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu Salinas, puestos que alguna vez ocupó Solana; todos, en sus intervenciones, se dedicaron a halagar la trayectoria política: en lo económico, en la desaparecida Secretaría de Comercio (de 1976 a 1977), como el iniciador de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá; en materia educativa, durante su gestión en la Secretaría de Educación Pública (de 1977 a 1982 y de 1993 a 1994), fue el creador del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) y el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep), así como el precursor de plasmar en la Constitución la autonomía universitaria y la libertad de cátedra; mientras que en su paso por la SRE, el ingreso de México al Foro de Cooperación Asia-Pacífico y en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos; y el hombre al que se le debe el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con el Vaticano.

También se habló de su paso en su faceta como senador de la República, que desempeñó de 1994 a 2000; fue el actual presidente de la Mesa Directiva del Senado, Roberto Gil Zuart, quien se encargó de recordar “al impulsador de leyes de ideas firmes, pero no con posiciones inflexibles”; al hombre que siempre mostró respeto por sus compañeros, independientemente de la ideología política que tuvieran, y al que siempre se le escuchaba en silencio y con respeto por la manera en conducirse y todo lo que aportaba a sus compañeros parlamentarios.

En representación de la familia Solana, tomó la palabra su hija, Eugenia Solana Morales, quien habló del hombre de familia: el padre, el hermano, pasando por el amigo y el estudiante y después catedrático universitario; con las emotivas anécdotas que arrancaron aplausos.

Fernando Solana Morales falleció el pasado 23 de marzo, tras perder una dura batalla de más de cinco años contra el cáncer.

Revista Protocolo

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