Salud

Mexicanos pueden acceder a banco de células madre dentales

Las células mesenquimales son útiles en la formación de hueso, ligamento y músculo

El uso de células madre para regenerar cualquier tipo de hueso, tejido y músculo ha tenido gran auge en los últimos años. Sin embargo un usuario mexicano necesitaba llevar y traer este tipo de células de bancos de criopreservación localizados en Estados Unidos.

Actualmente en el país, el laboratorio privado Dentcell filial del Banco de Cordón Umbilical (BCU) de México, ha comenzado a almacenar estas células en congelamiento y pueden estar disponibles por muchos años, sin perder su potencial biológico.

El laboratorio Dentcell es el primero en el país dedicado al almacenamiento de este tipo de células madre, conocidas como mesenquimales, provenientes de los dientes de leche y terceros molares.

Además de tener más cerca el acceso a este servicio en México, también se abre la posibilidad de nuevos campos de investigación sobre sus posibles usos en el futuro con este tipo de células.

A diferencia de las células de cordón umbilical que se utilizan principalmente para atender padecimientos de la sangre, las células mesenquimales son útiles en la formación de hueso, ligamento y músculo.

Tienen una alta capacidad para ser multiplicadas y permiten ser usadas en familiares que sean biológicamente compatibles. Esto significa que pueden tomarse algunas células de los dos o tres millones que están almacenadas, utilizar algunas para regenerar el hueso o cartílago del paciente y el resto reproducirlo para volver a tenerlas en criopreservación a bajas temperaturas.

El procedimiento para la obtención de células dentales comienza desde la extracción del diente de leche en el menor. La pieza debe ser retirada por un dentista antes de que se caiga, para recuperar la totalidad de la pulpa y no debe ser enjuagada sino colocada en una solución antiséptica. Una vez limpia es refrigerada para ayudar a que se obtenga la mayor cantidad de tejido viable o vivo.

Mediante un equipo de logística que mantiene frío todo el tiempo al diente de leche, se lleva la muestra al laboratorio donde se realiza un procedimiento que recupera la mayor cantidad posible, y finalmente se cultiva el tejido para obtener las células.

En México, este procedimiento ha permitido cultivar entre dos millones y tres millones de células aprovechables de un solo diente, que a su vez pueden volver a ser cultivadas para obtener una mayor cantidad de células.

La primera aplicación de este tipo de células en el país fue realizada en el Hospital Juárez de México para la reconstrucción del maxilar de un joven que perdió ese hueso por una enfermedad degenerativa. Posteriormente se han realizado diferentes intervenciones en el Hospital General y otros centros médicos del país.

El laboratorio Dentcell se encuentra en la ciudad de México y usa la misma infraestructura del Banco de Cordón Umbilical. Además cuenta con las certificaciones de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), y es reconocido por la Organización Panamericana de la Salud. (Agencia ID)

Revista Protocolo

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