En México se llevan a cabo campañas para concientizar a las personas sobre los riesgos de contraer infecciones de transmisión sexual o VIH
En el mundo existen aproximadamente 33 millones de personas infectadas con el virus de la inmunodeficiencia humana, según datos del Programa Conjunto de las Naciones Unidas dedicado al VIH/sida; pero aunque nadie está exento de adquirir este padecimiento, hay grupos que son más vulnerables.
Para el doctor José Antonio Izazola Licea, director general del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/sida (Censida), en esa situación se encuentran las personas en marginación, como los internos de los centros penitenciarios, migrantes, trabajadores sexuales o consumidores de drogas.
A decir del experto, la vulnerabilidad en este tema se define como la incapacidad de regular la exposición potencial al VIH o a las infecciones de transmisión sexual.
Así, las poblaciones marginadas tienen pocas probabilidades de acceder a los métodos de prevención, según expuso Izazola Licea, y agregó que en el caso de los presos, un factor determinante en el contagio es el abuso sexual que existe en los centros de readaptación social. Este problema, aunado a la prostitución que puede darse, expone a los individuos a adquirir algún tipo de infección.
Aunque en libertad, el caso de los migrantes no es diferente a los que están en reclusión, señaló el doctor José Antonio Izazola Licea, pues en la frontera sur de México un alto porcentaje de hombres y mujeres son agredidos sexualmente, y los vuelve susceptibles al contagio de infecciones de transmisión sexual.
El experto refirió que el caso de los consumidores de drogas inyectables es diferente, ya que están expuestos a una vía de contagio muy eficiente, esto se debe a que al administrar los estupefacientes se mezclan con la sangre y al compartir la jeringa con otro individuo infectado la transmisión es altamente probable. Al respecto, añadió que cuando alguien del grupo se infecta, el porcentaje de transmisión se eleva hasta 80 por cierto en sólo unos meses.
A decir del titular del Censida, el caso de los trabajadores sexuales es similar, ya que no pueden regular el número de exposiciones a infecciones de transmisión sexual por diversas razones. Además, en este sector existen subgrupos más susceptibles al contagio, como los de menor edad inmersos en estos ambientes.
Debido a ello, en todo el país se llevan a cabo campañas para concientizar a las personas sobre los riesgos de contraer infecciones de transmisión sexual o VIH. En el Censida se financian proyectos para que las organizaciones civiles realicen lo que se llama “prevención focalizada”, lo que quiere decir que son éstas en conjunto con otras instituciones las que llevan la información a las personas.
“En nuestro país las estadísticas que se notifican a la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud muestran que en los últimos diez años existe una tendencia a la baja de todas las infecciones de transmisión sexual”, refirió Izazola Licea.
Es a través de la “ayuda entre pares” (gente que conoce los ambientes y costumbres de estos grupos) que se puede tener acceso a ellos, ya que al conocer su entorno, hablan su lenguaje y conocen sus hábitos, lo que facilita el acceso a la información de estas personas.
Para el especialista, la mejor manera de evitar el contagio de estas enfermedades es la prevención, y para ello la información juega un papel trascendente. Una opción es acercarse a los centros de salud y los Centros Ambulatorios de Prevención y Atención en sida e infecciones de transmisión (Capacits), a fin de conocer los métodos de prevención adecuados. (Agencia ID)
Revista Protocolo
