Dejar pasar tiempo para realizarse su chequeo podría tener consecuencias severas y lamentables
Por Luis Felipe Hernández Beltrán
Seguramente usted ya hizo su agenda para los próximos días. Imaginamos que entre las actividades están las obligaciones morales, compromisos con la familia y amigos, acudir a actividades y espacios de recreación, sus llamadas telefónicas y quizá hasta el realizar algunos pendientes.
Pero… ¿Se programó un espacio para dedicárselo a usted mismo?
Lamentablemente, son pocos los que han tomado la precaución de realizarse periódicamente un chequeo médico para saber si se goza de buena salud. Cuando uno se da cuenta de que tiene alguna enfermedad o que algo en el organismo no está funcionando como se debe, resulta demasiado tarde para tomar decisiones, lo que puede llevar a consecuencias severas e incluso fatales; y todo por no haberse tomado el breve tiempo para sus revisiones.
Se sabe que enfermedades como el cáncer, aunque tardías en recuperación, son curables si se detectan y atienden a tiempo; la mayoría de las personas que sufren de este padecimiento se dan cuenta cuando ya lo tienen avanzado, lo que complica una pronta solución y son contados los que en esa situación llegan a vencerlo.
Una obligación
Estos chequeos deben de dejar de convertirse en una opción para volverse una obligación.
Una forma de asegurar, mas no garantizar, que usted tienen una buena salud, es cuidando sus hábitos del diario, como el comer sana e higiénicamente en el momento indicado, tomar agua natural, hacer ejercicio, mantener el cuerpo limpio, no enojarse ni pelearse, cubrirse en temporadas de frío, evitar llevar una vida sedentaria, no tener vicios como el exceso de alcohol y no fumar; aunque suene raro, también el llevar a cabo actividades frecuentes como leer, estudiar, convivir recreativamente con otras personas y hasta relajarse.
Otro detalle que no se toma en cuenta, son los antecedentes familiares, por lo que si algún antecesor, aun siendo lejano, padeció o padece de alguna enfermedad severa, hay probabilidad que usted también la tenga, por lo que, con mayor razón, el chequeo periódico debe volverse necesario.
Medicina preventiva, al alcance de todos
La principal función de la medicina preventiva, es precisamente prevenir y evitar cualquier enfermedad; su objetivo es proteger y promover la salud y el bienestar, así como ayudar a las personas a cambiar sus malos hábitos del diario y la modificación de sus conductas; y en caso de que un paciente presente algún malestar, puede tener un control de los factores de riesgo. Y si anteriormente se contrajo alguna enfermedad, la cual ya se ha vencido, es más sencillo impedir que ésta tenga secuelas.
Dentro del concepto “medicina preventiva” se encuentran las campañas de vacunación y de detección de enfermedades como las de transmisión sexual, influenza o diabetes.
Así que, no olvide visitar a su médico mínimo una vez al año, aproveche que ya viene el mes de mayo, mes de las madres, para que pueda disfrutar con su familia, o bien, para celebrar con su mamá la satisfacción de que tanto ella como usted gozan de buena salud.
Revista Protocolo
