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¿En busca de turismo tradicional, de aventura y de reuniones?, ¡visita Chihuahua!

Organiza Fideicomiso de Turismo de Chihuahua, coctel en la Ciudad de México para dar a conocer sus propuestas turísticas

Texto y fotos: Luis Felipe Hernández Beltrán

Integrantes del Fideicomiso de Turismo de Chihuahua
Integrantes del Fideicomiso de Turismo de Chihuahua

Ir a Chihuahua es conocer parte de la historia de México, el último lugar que vio el “Padre de la Patria”, Miguel Hidalgo y Costilla, antes de ser fusilado; o el sitio donde comenzó la leyenda de un revolucionario seductor llamado Doroteo Arango quien se escudaba con el nombre de Francisco Villa.

Ir a Chihuahua es pasear en Ciudad Juárez y en Chihuahua capital, conocer su arquitectura, museos, esculturas y entrar a su postmodernismo.

Ir a Chihuahua es ir a disfrutar de la belleza visual del Parque de la Aventura en las bellísimas Barrancas del Cobre y más ahora con la atracción del teleférico (el tercero más grande del mundo), o la adrenalina de escalar sus altas montañas a rappel o deslizarse en ellas por medio de la tirolesa más larga del mundo que baja a una velocidad de 130 kilómetros por hora; o cruzarlas a través de los puentes colgantes.

Ir a Chihuahua es sorprenderse del color oro puro que brilla en los rayos del sol en las dunas de Samalayuca.

Ir a Chihuahua es pasear en lancha en la presa El Rejón.

Ir a Chihuahua es adentrarse en las grutas Nombre de Dios.

Ir a Chihuahua es encantarse por la magia de poblados como Creel, Casas Grandes y Batopilas.

Ir a Chihuahua es asombrarse con el esplendor de la Sierra Tarahumara y convivir con los indígenas tarahumaras, experimentar sus estilos de vida, probar su comida, prestar atención a sus rituales, observar la elaboración de sus artesanías.

Ir a Chihuahua es refrescar la garganta con un caballito de sotol o un vaso de margarita bien fría.

Ir a Chihuahua es llenar el estómago con un enorme burrito norteño (enormes tortillas de harina rellenas de algún guisado), y entrarle a una machaca con harta carne seca.

Ir a Chihuahua es organizar eventos para empresas, exposiciones y ferias que reconocidas organizaciones hacen en cualquiera de los centros de convenciones que pueden albergar hasta más de cinco mil personas cada uno.

Ir a Chihuahua es bailar country o ensordecerse con la música de banda.

Ir a Chihuahua es fortalecerse, en el aspecto deportivo, con una “cascarita” de basquetbol, o gritar ¡goool! cada vez que los Indios de Ciudad Juárez anotan en la portería contraria.

Ir a Chihuahua es compartir con sus habitantes… como los representantes del Fideicomiso de Turismo chihuahuense, que recientemente, organizaron en un conocido hotel de la Ciudad de México, un coctel para dar a conocer sus productos turísticos.

Ir a Chihuahua, es ir al estado más grande, en cuanto a territorio se refiere, de todo México.

Revista Protocolo

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