Literatura

Estados Unidos ya no es ario y protestante, sino moreno y guadalupano

Francisco Hanghenbeck anticipa que la comunidad latina hará la diferencia en las próximas elecciones estadounidenses

Francisco Hanghenbeck y su libro Querubines en el infierno
Francisco Hanghenbeck y su libro Querubines en el infierno

“Estados Unidos ya dejó de ser rubio, ario y protestante; es mexicano, moreno y guadalupano”, afirma en tono irónico Francisco Hanghenbeck para destacar el peso de las comunidades latinas en Estados Unidos como lo hace en su libro Querubines en el infierno, obra que se presentó durante la Feria Universitaria del Libro (FUL 2015), en la cual narra la historia del Escuadrón E, grupo militar de migrantes mexicanos reconocido por su valor durante la Segunda Guerra Mundial y su relevancia en la lucha contra el racismo y los derechos laborales en la Unión Americana.

Durante la feria literaria organizada por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), su patronato y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el ganador del premio Otra Vuelta de Tuerca para novela policiaca 2006 y el Gourmand Award de Francia 2013, anticipa que la comunidad latina hará la diferencia en las próximas elecciones de Estados Unidos a pesar del creciente racismo, gracias al posicionamiento de los congresistas de origen hispano.

“Los grupos conservadores están seguros de que siguen siendo mayoría y no es cierto, se van a encontrar con una gran pared. Estados Unidos ya dejó de ser rubio, ario y protestante, ahora es mexicano, moreno y guadalupano”, explica el escritor sinaloense y celebra que el orgullo hispano en Estados Unidos está muy elevado, “está muy bien, yo creo que van a empezar a hacer cosas interesantes.”

Sin embargo, Francisco Hanghenbeck reconoce que el racismo y la posición conservadora de grupos como el Tea Party o personajes como Donald Trump, son parte de una ideología muy arraigada, casi nazi, que enfrentan diariamente las comunidades migrantes y no diferente de la vivida por los protagonistas de su novela en los años cincuenta del siglo pasado.

En Querubines en el infierno, título irónico que juega con la idea de que los integrantes de ese batallón eran vistos como personas de segunda categoría, angelinos —habitantes de Los Ángeles, California— que no merecían ser llamados así; el autor relata la vida de los soldados de origen mexicano, “pachucos”, quienes obligados por el gobierno estadounidense pelearon durante la Segunda Guerra Mundial, convirtiéndose en el batallón más valiente y más premiado por su grado de humanidad.

En su mayoría eran hijos de braceros mexicanos, injustamente encarcelados y obligados a participar en la guerra para obtener su libertad; sus mujeres asumieron el papel de trabajadores y se convirtieron en las primeras impulsoras de los derechos laborales femeninos para garantizar que a su regreso, sus hombres contaran con las mismas prestaciones que tenían antes de irse.

“Fueron la minoría más valiente, la más galardonada por su participación en la Segunda Guerra pero no tenían derecho de entrar al baño, orinar al lado de un hombre blanco era motivo de cárcel. No tenían derecho de acudir a la Casa Blanca para recibir sus condecoraciones y terminaron enviándolas por correo”, relata Francisco Hanghenbeck subrayando el extremo racismo que enfrentaron los migrantes mexicanos y el papel que jugaron en ese entonces, mientras en México su historia pasaba inadvertida.

Finalmente, el autor subraya que esta era una historia que debía contarse, por ello decidió escribir esta, su novela número 14, donde la música de los años cincuenta, el humor negro y el estilo de hablar de los pachucos, se mezclan con un lenguaje ágil para narrar la vida del Batallón E, del 141 regimiento de Estados Unidos. “Hoy, la gente de Estados Unidos está muy orgullosa de este tipo de batallones, saben que la guerra de Irán y la guerra de Afganistán se hizo de mexicanos”, reiteró.

Revista Protocolo

Países que nos están viendo

ALIANZAS