Literatura

Svetlana Aleksiévich, ganadora del Premio Nobel de Literatura 2015

Su obra literaria consiste en investigaciones periodísticas que por su contenido le han dado la vuelta al mundo

Svetlana Aleksiévich, ganadora del Premio Nobel de Literatura 2015
Svetlana Aleksiévich, ganadora del Premio Nobel de Literatura 2015

Por primera vez en los 114 años de historia del Premio Nobel se reconoce la labor de un periodista. Con 48 años en el ejercicio del periodismo y una obra de seis libros escritos en ese género literario, la bielorrusa Svetlana Aleksiévich (Stanislav, Unión Soviética, 1948), fue galardonada este año con el prestigiado premio en el área de literatura.

La escritora que utiliza todos los géneros periodísticos tanto en sus escritos constantes en diferentes publicaciones periodísticas, como en su obra literaria, ha utilizado la libertad de expresión previos sustentos comprobatorios para denunciar y ofrecer un panorama distinto a lo que suele presentarse.

A principios de la década de 1980, en la entonces Unión Soviética, mientras políticos e historiadores soviéticos seguían destacando y enalteciendo la labor de los hombres que conformaron el ejército de aquel país que combatió en la Segunda Guerra Mundial, Aleksiévich sorprendía con su primer libro que llevó por nombre La guerra no tiene rostro femenino, en el que da a conocer testimonios de mujeres participantes que apoyaron a los soldados soviéticos, dato que quienes gobernaron Rusia habían ocultado por completo. Este acontecimiento causó impacto en la hoy desaparecida Unión Soviética gobernada por Konstantin Chernenko, por lo que se prohibió su publicación. Fue hasta 1985, dos años después de haberlo terminado, con la llegada del presidente Mijaíl Gorbachov, cuando se inicia su distribución. A partir de ahí, comienza un camino en la literatura que abrió paso al periodismo literario de investigación en todo el mundo.

Ese mismo sello se puede ver en sus otros libros: Últimos testigos. Cuentos nada infantiles (1985), con entrevistas a niños soviéticos que también participaron en la Segunda Guerra; Los chicos de zinc (1989), considerada una gran crónica vivencial en la que la autora se reúne con madres de quienes murieron en la guerra de Afganistán en pleno movimiento armado; Cautivos de muerte (1993), un amplio reportaje en donde los protagonistas fueron los suicidas quienes no soportaron la idea de la caída del régimen soviético; y su más reciente obra: El final del homo sovieticus (2014), que hace una descripción de la sociedad soviética actual comparándola con quienes vivieron el régimen bolchevique.

Pero el libro que más impacto mundial tuvo, fue Voces de Chernóbil (1997), donde hace una investigación extensa sobre el accidente ocurrido en la planta nuclear de Chernóbil, Ucrania, de 1986, que, según datos de críticos, ningún documento narra tan bien lo sucedido como el libro de Aleksiévich; el antes y el después del suceso que acabó con un pueblo entero. Además de describir las impactantes consecuencias de quienes habitaban las cercanías. Esta obra, la llevó a ganar varios premios como el “Riszard Kapuscinski” en 1996, y en 1999 el “Herder”.

En palabras del editor y promotor cultural francés radicado en México, Philippe Ollé-Paprune, al momento de leer la obra de Svetlana Aleksiévich, el lector tiene que estar preparado para vivir un momento duro, por toda la información de carácter fuerte que va a recibir. “Es un monumento al coraje y sufrimiento en nuestro tiempo.”

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