Esposa del embajador invita a mujeres del sector diplomático, colegas y amigas
Texto y fotos: Jacqueline Jiménez Martínez
La esposa del embajador de Pakistán, Lala Rukh Masood |
La esposa del embajador de Pakistán, Lala Rukh Masood, invitó a mujeres del sector diplomático, colegas y amigas a una recepción para celebrar la ocasión del Eid ul Fitar, la cual se ofreció el pasado 6 de septiembre en su residencia.
Durante el festejo las asistentes pudieron vivir dicha celebración como lo hacen las mujeres pakistaníes, desde su arreglo personal, con pulseras, flores y los famosos tatuajes de henna, así como con bailes y comida tradicional.
El Ramadán es el noveno mes del calendario lunar islámico, los musulmanes de todo el mundo guardan ayuno todos los días del amanecer hasta el anochecer. El ayuno es mucho más que sólo hambre y sed, es no sólo físico, sino también espiritual. Es una restricción no sólo de los alimentos, sino también de todos los males. Es un compromiso total del cuerpo de la persona con el espíritu del ayuno. Un viajero, una mujer embarazada, una persona enferma y los niños tienen el permiso de guardar ayuno.
Un típico día en el Ramadán comienza con la comida antes del amanecer Sehri o Suhur. En Pakistán, cada año los voluntarios despiertan a altas horas de la noche y recorren las calles de la ciudad, despertando a los fieles musulmanes, por el Sehri. Las luces de la ciudad se encienden y los mercados se llenan de vida.
Y así, un día en el mes del Ramadán se inicia con la oración y la lectura del Sagrado Corán, pidiendo perdón a Dios y agradeciendo por su bendición.
Los musulmanes pasan el día esforzándose por agradar a Dios en todo lo que hacen. La caridad es común, y las limosnas se multiplican. Cuando el momento de romper el ayuno se acerca, los mercados comienzan de nuevo a llenarse de gente.
Los musulmanes rompen el ayuno al atardecer. Después de romper el ayuno agradecen a Dios, ofrecen oraciones y se postran durante algún periodo de la noche. Los 30 días son para un ejercicio espiritual, que promueva oraciones, autocontrol, sacrificio y empatía para los menos afortunados.
Ramadán es un tiempo para practicar el autocontrol, de limpiar el cuerpo y el alma de impurezas y reenfocar a uno mismo en las verdaderas enseñanzas de Dios.
Al final del mes, viene Eid-ul-Fitr, y los musulmanes en Pakistán lo celebran al máximo. La noche antes de Eid, llamada Chaand Raat, está llena de negocios y de fiesta. Las niñas se preparan para el gran día por delante, adornando sus manos con henna (mehndi) y comprando coloridos brazaletes para hacer juego con sus vestidos. Las madres están ocupadas en la cocina, preparando comidas especiales para el gran día.
En la mañana del Eid, los hombres usan ropa nueva, toman el dulce postre Sheer Khurma para el desayuno y realizan las oraciones del Eid, mientras que las mujeres se preparan parar recibir a los invitados.
Eid es un tiempo para que la familia se reúna. Es un tiempo para actualizar las relaciones y celebrar los nuevos comienzos. Las familias de Pakistán están muy unidas y siempre son lo primero. El día de Eid es para pasarse alegremente, esperando que los próximos días sean tan felices como el día del Eid.
Revista Protocolo