Grand Hyatt Santiago
Por Enrique Castillo-Pesado
Si hay un hotel que destaca entre los más modernos, eficientes y lujosos en el cono sur, es Grand Hyatt Santiago, orgullo de la hospitalidad chilena y de la arquitectura contemporánea que caracteriza a la pujante y cosmopolita capital chilena del día de hoy.
Sin lugar a dudas, ostenta muy en alto su calificativo como una de las propiedades hoteleras más finas de todo el sur del continente americano.
Con este establecimiento la cadena Hyatt pone de manifiesto la calidad y la innovación que impulsa en todas sus propiedades alrededor del orbe.
Viene a revolucionar el sector en Chile al haber cambiado a la marca “Grand”, ya que su presencia anterior de 13 años le ameritó transformarse tras profunda remodelación de instalaciones y concepto en lo que es actualmente, un hotel de superlujo dotado de todas las cualidades tecnológicas posibles.
Alojarse allí, invita a vivir una experiencia única; calidad, comodidad, innovación y lujo extremo, son tan sólo algunos de los calificativos que le podríamos adjudicar a este palacete de nuestros tiempos.
Sin embargo, significativo es y se presenta como todo un hito en la historia de la corporación Hyatt, que sólo hay 16 países en todo el mundo que cuentan con un hotel de esta magnitud y es éste, el tercer hotel que cambia del estatus “Regency” a “Grand”.
Hyatt existía ya en la capital de Chile, sin embargo, su categoría y envidiable ubicación le requirió extender su prestigio a la nueva marca, debido a que poco a poco, esta ciudad se ha ido convirtiendo en centro de reunión en el plano económico, político, cultural y social en América Latina.
Las exigencias de esta misma condición y de la cantidad de visitantes que llegan a dicho país, requirieron al otrora Hyatt Santiago, resurgir como Grand Hyatt Santiago.
Esta nueva categoría le sumó a su ya impecable calidad, un toque adicional de exclusividad, lujo supremo, innovación y servicio de primerísimo orden, sin dejar de mencionar infinidad de detalles que marcan la diferencia de manera considerable.
Diez millones de dólares alcanzó el monto de la inversión realizada para darle la nueva imagen a este establecimiento, según me informó Andreas Nauheimer, el gerente general, durante mi reciente estancia en el hotel.
Además, añadió que con ello, adquirió los estándares de calidad mundial que requería la nueva dinámica que está viviendo la ciudad y el país en general.
El crecimiento económico sostenido, la estabilidad política y social, así como la apertura internacional que Chile ha venido registrando durante la última década, han atraído a grandes personalidades de diversos sectores, por consiguiente, la demanda de servicios de máxima calidad se ha hecho imprescindible.
Ya una vez Hyatt puso la pauta en hotelería de lujo al ser reconocido en 1994 como el más sofisticado y excelso de todo Chile y es tiempo ahora que reafirme ese distintivo con la nueva imagen “Grand”.
La transformación empezó por renovar sus 310 habitaciones, el lobby, sus accesos, el salón de té Atrium y su bar Duke’s y la introducción del restaurante italiano Senso y su exclusivo spa Ako.
El empresario Farid Bechara al frente de Hotel Corporation of Chile, se enorgullece de representar esta propiedad considerada como un legítimo oasis urbano que ocupa unos 26 mil metros cuadrados y ofrece no sólo lujo y distinción, sino comodidad máxima y todo lo que sus huéspedes conocedores puedan necesitar.
En cuanto a las habitaciones, debo recalcar que se dividen en varias categorías y estilos, que van de habitaciones superiores de lujo, a junior y master suites, entre Grand Deluxe, Grand Club, executive suite con terraza, diplomatic suite y presidencial suite.
Todas y cada una están dotadas con aire acondicionado individual, equipos de sonido con CD a control remoto, internet de banda ancha, televisor con pantalla de plasma, minibar, secadora de pelo, caja electrónica de seguridad, líneas telefónicas múltiples y un sinfín de amenidades más como menús de almohadas y ropa de cama, batas y artículos de tocador finos.
La decoración de las habitaciones fue realizada por Paula Gutiérrez, e incluye un estilo minimalista, elegante y muy contemporáneo.
Grand Club por su parte es un área del hotel que semeja un hotel dentro del mismo, donde el huésped recibe un servicio aún más personalizado y exclusivo. Se ubica en los últimos cuatro pisos. En el nivel 16 se localiza el Grand Club Lounge, con vista panorámica a los jardines y la cordillera de los Andes.
El hotel cuenta con un spa Ako de clase mundial, donde se distingue con exclusividad ofreciendo tratamientos de acondicionamiento físico y mental insuperables. Tres pisos con decoración moderna, maderas de cedro, colores claros y luz natural conforman sus instalaciones.
Destacan los vestidores, baños y sauna para hombres y mujeres; gimnasio y un área de fitness y salones de cursos de yoga, pilates, aeromix y talleres de aromaterapia y feng shui.
Cabinas de tratamientos y masajes, terapias como la está hecha a base de chocolate, miel, piedras volcánicas, baño de leche y faciales, completan el cuadro.
La gastronomía juega un papel importante en el Grand Hyatt Santiago así que sus nuevas apuestas culinarias se enfocaron a una variedad internacional en restaurantes que incluyó la apertura de Senso.
La mejor cocina de la región italiana de la Emilia Romagna es recreada por el célebre chef italiano Roberto Illari, en este restaurante que vino a revolucionar el concepto de los restaurantes italianos en Santiago.
Es el único que ofrece las delicias en cocina tradicionales de esa particular zona de Italia. Ingredientes importados directamente de ese país y la excelencia de sus dos cavas con variedad de los vinos chilenos y lo italianos más famosos.
Por otra parte, aires de cambio e innovación llegaron a los restaurantes insignias que ya tenía antes el Grand Hyatt, como Anakena y Matsuri especializados en cocinas tailandesa y japonesa, respectivamente.
En el primero, los pescados frescos y mariscos, así como las carnes al grill estilo thai, son el hit gastronómico y en Matsuri, destacan el bar de sushi y sashimi y las mesas de teppanyaki.
El bar Duke’s ofrece música en vivo en un ambiente inglés y para tomar el aperitivo, nada como el animado Atrium Lobby Lounge.
El Hotel Grand Hyatt Santiago ofrece adicionalmente servicios como Express check-out, alberca tipo laguna con cascada, dos canchas de tenis y amplios jardines, concierge, personal multilingüe, business centre y salones para conferencias y banquetes, además de áreas libres para organizar eventos.
Hay un Salón Grand Ball Room con capacidad para 800 personas y equipamiento de la más alta tecnología en este y cada uno de los salones de reunión. Y hasta la próxima, ¡abur!
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