Revela que su esposa y él recibieron un hechizo fruto de una magia que nació en una tierra a la que consideran propia
Texto y fotos: Nery Anaya
México, con su riqueza cultural, con sus ciudades encantadoras y sobre todo con la amistad que brinda su gente, es considerado un país mágico. “Fruto de esa magia, mi esposa y yo hemos recibido un hechizo que nos ha hecho enamorarnos de esta tierra a la que ya consideramos propia”, sostuvo el embajador de Ecuador en México, Alfonso López Araujo, durante la recepción que ofreció con motivo del día nacional de su país.
El diplomático aprovechó la ocasión para despedirse y anunciar su próximo retiro, no sin antes reconocer que “cada vez se puede ver mejor el vuelo compartido del águila mexicana y el cóndor ecuatoriano, en el maravilloso cielo de nuestra América”.
Manifestó con dejo de orgullo que las relaciones entre México y el Ecuador se pueden calificar de excelentes y en constante mejora, pues desde su llegada en 2012, se han estrechado aún más los lazos bilaterales en todos los aspectos: político, económico-comercial, cultural, de cooperación y de movilidad humana, entre otros.
Rodeado de su familia, amigos, connacionales, representantes de la Secretaría de Relaciones Exteriores y de sus homónimos de otros países, el representante del Ecuador en México —y también en nombre de su esposa Rita— agradeció la acogida que les ha dado el país, el gobierno y la gente de México.
El diplomático expresó que se quiere más de Ecuador en México y más México en el Ecuador, y con la inauguración reciente del Centro Cultural Carlos Fuentes, del Fondo de Cultura Económica, en Quito, las relaciones culturales llegarán a un nivel mucho más alto.
También destacó que los trámites para eliminar el visado de los ecuatorianos que desean visitar México, se encuentra en un proceso positivo, lo que fomentará una relación estrecha entre ambas naciones y un mejor conocimiento mutuo entre ambos pueblos.
Alfonso López Araujo destacó que las condiciones actuales del país que representa, se pueden denominar estables y en crecimiento sostenido, pues de acuerdo a la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), en un reporte de hace pocos días, la economía ecuatoriana se encuentra entre las que tienen un mejor desempeño en el continente, pues su promedio de crecimiento es del 4.3 por ciento, mientras que el promedio latinoamericano es del 3 por ciento.
También apuntó que su país marca el liderazgo en el combate a la desigualdad y la pobreza, algo que ha sido reconocido por la Organización de las Naciones Unidas, pues lo posiciona en el lugar 98 de 187 países.
A su vez, el embajador de República Dominicana, Fernando Pérez, también vicedecano del cuerpo diplomático en México, dijo que Alfonso López Araujo es fuente de inspiración, porque es un hombre de virtudes morales y éticas, además de ser un brillante intelectual, quien ha hecho una gran labor diplomática en México y ha contribuido en el estrechamiento de los lazos entre los países de Latinoamérica, con miras a alcanzar el viejo “sueño latinoamericano”.
“Hombre prudente y discreto, de una gran cultura, hombre que honra la amistad, que lleva más de 40 años de trabajo en la diplomacia”, dijo. Y por ello —y en nombre de todo cuerpo diplomático acreditado en México— Fernando Pérez entregó al embajador la charola de plata firmada por todos los embajadores, como muestra de afecto y reconocimiento a sus más de cuatro décadas en el servicio.
El cantautor ecuatoriano Fernando Paredes amenizó la fiesta nacional y de despedida, que tuvo lugar en el patio de la Embajada del Ecuador en México, durante la cual los asistentes disfrutaron de una gran variedad de platillos mexicanos y peruanos y brindaron con el embajador y su esposa, tanto por la celebración nacional, como por su próximo retiro.
Revista Protocolo
