Ofrece el embajador de Portugal un discurso lleno de buen humor, donde toca temas desde políticos, hasta de futbol
Texto y fotos: Luis Felipe Hernández Beltrán
Previa espera de ingresar a la residencia del embajador de Portugal, Jorge Roza de Oliveira, para celebrar la fiesta nacional de ese país europeo, una invitada platicaba con otros asistentes de lo poco que los mexicanos conocen de la nación lusitana: los muy conservadores, conocen a la Virgen de Fátima; los muy liberales, sólo saben del futbolista Cristiano Ronaldo.
Lo que seguramente esta concurrente no sabía, es que una vez ya dentro del festejo, con el simple hecho de escuchar las palabras del embajador de Portugal en México, Jorge Roza de Oliveira, de disfrutar los bocadillos portugueses que se ofrecían, intercambiar pláticas con los portugueses radicados en México y deleitarse con la música en vivo del país lusitano, conocería más de esa nación europea.
Aunque el embajador portugués celebraba en su residencia junto con diplomáticos en México de otros países, políticos, artistas, la comunidad portuguesa radicada en México e invitados especiales, el día nacional de Portugal, según su ameno discurso, había muchas cosas más que celebrar: A los portugueses que recorren caminos fuera de su tierra; el inicio de la Eurocopa de Futbol 2016, mismo que aprovechó para desearles suerte a sus homólogos de Islandia, Austria y Hungría (países a los que se enfrentará Portugal); el tener en las filas del balompié portugués a un destacado jugador mexicano como Raúl Jiménez, y desde luego, la primera fiesta nacional de su país, como titular de la Embajada de Portugal en México.
Al destacar la labor que realizó su antecesor, Joao Jose Gomez Caetano da Silva, dijo que una de las prioridades en México es la enseñanza del idioma portugués, un esfuerzo en conjunto que realiza con las embajadas de Brasil y Angola.
El 10 de junio de 1924, aprovechando el aniversario de muerte del poeta portugués Luíz Vaz de Camoes, se eligió esa fecha como el día nacional de Portugal, aunque no ha cambiado su sentido de ser la celebración más importante de la nación andaluza, sí ha cambiado varias veces de nombre, como “Día del Estado Nuevo”, “Día de la Raza”, pero fue hasta 1978 cuando recibió el nombre de “Día de Portugal, de Camoes y de las comunidades portuguesas”.
Revista Protocolo
