La fiesta también conmemoró los 40 años de relaciones diplomáticas entre México y Qatar
Texto y fotos: Luis Felipe Hernández Beltrán
Entre keffiyehs (trajes típicos de los árabes), música oriental, videos y fotografías sobre la cultura qatarí y un agradable olor a incienso de azahar, la Embajada de Qatar en México celebró en diciembre pasado su día nacional en el salón principal de un conocido hotel de la colonia Juárez en la ciudad de México.
Recibidos por Ahmed Abdulla A. A. Al-Kuwuari, embajador de Qatar en México, más de 100 invitados sintieron lo que es vivir un festejo tradicional como lo marcan los rituales de la cultura árabe.
Aunque no fue una regla impuesta y muchos no la llevaron a cabo, los hombres convivían entre sí mientras algunas mujeres, especialmente las de la comunidad de países árabes radicada en México, se mantenían en un espacio apartado con todas las comodidades a las que sólo ellas tenían acceso.
Después de un tiempo, tras escuchar los himnos nacionales de México y Qatar y acompañado en el presídium por los embajadores en nuestro país de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, así como por Carlos de Icaza González, subsecretario de Relaciones Exteriores, y Miguel Torruco Marqués, secretario de Turismo del Distrito Federal, el diplomático qatarí se dirigió a la concurrencia agradeciendo la asistencia.
En su sermón, mencionó que su país siempre se ha basado en el respeto entre pueblos y culturas; su misión siempre es fomentar la paz, además de ser una patria intermediaria cuando hay conflictos entre países enemigos.
Presumió que en 2015 Qatar tuvo un crecimiento económico de 7.3 por ciento, y que espera que en los próximos dos años siga al alza.
Señaló también que el convivio sirve para exaltar 40 años de relaciones diplomáticas entre México y Qatar.
Al finalizar el discurso, los invitados disfrutaron de un suculento bufé de comida árabe.
El 18 de diciembre de 1878, es la fecha en que Jassim bin Mohammed Al Thani, se convierte en el segundo jeque de Qatar, país al que gobernó hasta su muerte en 1913. A él se le atribuye la fundación del Qatar moderno, como país unificado e independiente, al que liberó del yugo del imperio otomano que tenía dominada a la nación asiática. Desde entonces, los qataríes celebran cada 18 de diciembre su día nacional, fecha en que asumió el trono su máximo emir.
Revista Protocolo
