Ofrece diplomático discurso en el que incluye temas futbolísticos, políticos y hasta “balconea” a sus compañeros y familia
Texto y fotos: Luis Felipe Hernández Beltrán
Todos quisieron estar presentes, recientemente, en la residencia del embajador de Suecia en México, Jörgen Hans Persson… Sí, todos, ¡hasta la lluvia!
Y es que este fenómeno meteorológico, junto con la gran concurrencia que se dio cita, entre diplomáticos de otros países en México, catedráticos, estudiantes y la comunidad sueca radicada en nuestro país, no quisieron perderse de tres acontecimientos: la celebración por la fiesta nacional de Suecia, la despedida del titular de la embajada y la presentación en México de la cantante sueca Edda Magnason.
Desde el inicio de su discurso, el embajador sueco causó impresión entre los asistentes, al decir en tono “realista” que su país no sería campeón de la Eurocopa de futbol, ni México de la Copa América Centenario, refiriéndose en varias ocasiones al ícono del futbol sueco Slatan Ibrahimovic. Pero el resto de su ponencia, fue una variedad de temas entre serios y otros más en tono de broma.
Fue ahí donde se escuchó el apoyo a México en contra de la construcción del muro fronterizo, el pronosticar que el próximo presidente de México será el que presente temas relacionados al Estado de derecho, la preocupación por la violencia contra periodistas en México y el apoyo a las políticas de matrimonio igualitario.
Pero también agradeció a su equipo “insoportable”, perdón “insuperable”, de la embajada; las preferencias del personal de la embajada por Aqua, el perro, por encima del resto de la familia, y el haber probado toda la gastronomía mexicana e irse más flaco de como llegó, cuestionando a sus homólogos “¿Cuántos embajadores dirían lo mismo?”.
El embajador Persson cierra un ciclo de más de cuatro años al frente de la embajada sueca y mientras espera la siguiente asignación que le dé el gobierno de su país, se va de México con la frase de José Alfredo Jiménez “Ojalá y que le vaya bonito”.
Aunque celebrada en México muchos días después, el 6 de junio se considera el día más importante de Suecia, pues en esa fecha sucedieron, en distintos años, diferentes acontecimientos destacados en el país europeo, como la ascensión al trono del príncipe Gustavo Vasa en 1523, o la firma de la constitución de 1809. Suecia no celebra una independencia, pues es de las pocas naciones en el mundo que no fueron colonizadas.
Revista Protocolo
