Embajadas

Revela sus pasiones la embajadora Jacobson

Quiero ver a más mexicanos estudiando en Estados Unidos y a más estadounidenses estudiando en México, para ello necesitamos dinero: Embajadora Jacobson

Texto y fotos: Luis Felipe Hernández Beltrán

Roberta S. Jacobson, embajadora de Estados Unidos, al momento de su discurso
Roberta S. Jacobson, embajadora de Estados Unidos, al momento de su discurso

Desde presumir a su familia, hasta sus pasiones; resaltar a mexicanos triunfadores en la Unión Americana y las cantidades monetarias de las inversiones que hay en las relación bilateral entre México y Estados Unidos, fueron sólo unos de los tantos temas que la embajadora estadounidense en México, Roberta S. Jacobson, abordó en su ameno discurso con motivo de la fiesta por el 240 aniversario de la independencia de su país, celebrada en su residencia de la Ciudad de México.

La diplomática estadounidense fue parte de las propias estadísticas que ofreció, al decir que el 10 por ciento de la población de su país tiene lazos familiares con México, más de un millón de estadounidenses viven en nuestro país, cantidad que aumenta día con día, y más de 40 millones de personas se visitan mutuamente; y ni qué decir de los mil 600 millones de dólares generados por el comercio bilateral.

Jacobson también se refirió a la educación como una de sus pasiones: “Quiero ver a muchos más mexicanos estudiando en Estados Unidos y a muchos más estadounidenses estudiando en México. Pero ello requiere dinero, y nuestros dos gobiernos no pueden hacerlo solos.”

“Les advierto a todos ustedes en la iniciativa privada: esta noche es sólo el principio de su dolor.” Al respecto, la embajadora Jacobson les dijo que descubrirán que es una recaudadora de fondos incansable cuando se trata de intercambios y pasantías para los jóvenes. Y los invitó a disfrutar de los antojitos y el tequila ofrecidos durante el evento, ya que “mañana pagarán”, les dijo en tono de broma a los empresarios que la acompañaron en su residencia en la Ciudad de México.

Asimismo, la diplomática aseguró que la justicia es otra de sus pasiones, y felicitó a México por la implementación de los juicios orales; pero por otro lado, se dijo preocupada por el crecimiento del cambio climático, pero reconoció la labor que se realiza en nuestro país con el incremento del uso de energías limpias a 35 por ciento para el año 2024.

Previamente, lamentó el no poder contar con la presencia de sus hijos Gil y Daniel, pero se refirió a ellos como guapos, perfectos, caballeros y cocineros, por si alguna soltera mexicana muestra interés en conocerlos en los próximos meses que vengan a México.

Elementos de la marina estadounidense lucieron sus trajes de gala para rendir honores al lábaro patrio de las barras y estrellas; la encantadora voz en vivo de Lila Downs, entonando los himnos nacionales de ambos países, y mientras un grupo con música representativa estadounidense amenizaba el evento, el mariachi mexicano afinaba sus instrumentos para continuar con la velada; antojitos mexicanos y marcas estadounidenses que patrocinaron el convivio ofreciendo sus productos gastronómicos.

Y así, diplomáticos de otros países en México, políticos, artistas, empresarios y la comunidad estadounidense radicada en nuestro país, vivieron una auténtica celebración que hermanó a dos culturas en todos los sentidos y en todos los niveles.

El 4 de julio de 1776, el Congreso continental aprobó la Declaración de Independencia redactada por el entonces presidente estadounidense Thomas Jefferson; todo esto, tras el periodo bélico entre 1760 y 1770 que vivió la nación norteamericana entre los bandos de los colonos y los británicos, estos últimos eran quienes se habían apoderado del país dominando todos los sectores, siendo los ciudadanos norteamericanos, la clase baja, humilde y esclavizada. Desde entonces y por la influencia que tiene Estados Unidos en todo el mundo, se organizan magnos festejos en todas sus sedes diplomáticas.

Revista Protocolo